LLEGARON a la colina después de un ligero desvío hacia el bosque, ya que Atenea se distrajo un poco con una colección de animales en un rincón del bosque. Se sentaron escondidos de los animales mientras ellos (bueno, Atenea más que nada) los observaban con gran interés. Ninguno de los dos había subido a la colina desde el otoño pasado, por lo que era un espectáculo agradable y familiar de ver.Athena gravitó hacia las flores en crecimiento, sentándose en la hierba mientras comenzaba a recoger una variada colección de flores de la hierba. –¿Estás segura de que no tienes suficientes flores?– Él se rió, recostándose en el césped junto a ella bajo la luz directa del sol que caía sobre el área.
–No, tengo unos cuantos jarrones más que llenar. Además, voy a secar estos y los pondré en el jarrón de arriba con la lavanda junto a la cama–, sonrió brevemente antes de que su atención se centrara en otra flor, escondida. tan lejos que tuvo que estirarse para alcanzarlo.
Él se rió entre dientes, medio mirándola con los ojos entrecerrados debido a la luz, –¿Pero no me dejas comprarte flores?
Ella sonrió suavemente y sacudió la cabeza, agregando una hoja bastante grande al pequeño ramo, –No. Porque las silvestres son mucho más bonitas y escogerías las más sanas mientras creo que las menos vibrantes son igual de hermosas, en la mayoría de los casos en cajas de flores.
–¿Mayoría?
–Solo depende de la flor, en realidad es una decisión de criterio–, se medio encogió de hombros, con la mente en otra parte mientras desataba un lazo de hilo marrón en su cuaderno, en lugar de enrollarlo alrededor de la parte inferior de la colección de flores. La miró durante una fracción de segundo y luego arrancó otra flor del suelo, llenando los huecos necesarios.
Movió sus brazos hacia la parte posterior de su cabeza, apoyando su cabeza sobre ellos, –¿Y yo no haría un buen juicio?
–No dudo que lo harías, simplemente soy muy exigente cuando se trata de flores–, respondió ella, sosteniendo triunfalmente el ramo de flores ante su vista. Ella sonrió alegremente, –Mira, hermosa y perfecta en todos los sentidos.
Estuvieron holgazaneando la mayor parte del día, teniendo conversaciones entre grandes momentos de silencio en los que simplemente tomaban el sol y se acompañaban mutuamente. Jasper permaneció recostado en el pasto, con los ojos cerrados o cubierto con su brazo mientras Athena leía tranquilamente su libro mientras hacía varios pequeños ramos. –Siéntate, por favor–, medio susurró, rompiendo otro silencio que se apoderó de ellos. Abrió los ojos y giró la cabeza para librarse de la luz. Él, después de poco convencerla con la mirada, se incorporó con una sonrisa. Ella, sin captar su mirada inquisitiva, colocó una pequeña cadena de margaritas en la parte superior de su cabeza y la colocó de manera que quedara correctamente. –Absolutamente preciosa–, se rió entre dientes, admirando su trabajo con una suave sonrisa. Él simplemente se rió y se recostó, poniendo una mano protectoramente contra la cadena antes de acomodarse nuevamente.
Siguió un minuto, luego abrió un ojo y medio frunció el ceño ante su repentino cambio de emoción, –¿Por qué la repentina confusión?
–Es realmente gracioso–, suspiró, recostándose en el césped junto a él. –Billy solía pintarte como un personaje tan aterrador, uno con el que debería tener cuidado. No eres nada de eso, quiero decir, estamos en el césped con una corona de margaritas sin ninguna queja.
Levantó una ceja, –¿Pensó que yo daba miedo?
Ella asintió, pintando una imagen de simpatía que no sería fácilmente detectada ya que sabía que él lo odiaba. –Sin embargo, nunca lo creí ni por un segundo, francamente, no hay nada aterrador en ti.
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WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓN
Fiksi PenggemarAthena disfrutó viendo los placeres más pequeños, hasta un simple escarabajo en la tierra. Después de todo, después de unos buenos años de vida, no podía dejar de notar las cosas más pequeñas. Las grandes cosas ya no tenían el mismo efecto. Ella sim...