Prólogo

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La número uno del mundo.

PRÓLOGO.

2019.

Roger Federer camina con sus botines blancos y su uniforme deportivo sobre los largos y elegantes escalones dorados de Kazajistán. No le agrada haber recibido una llamada emergente del Presidente.

No lo conoce, no sabe quién es y ni qué quiere. Pero en absoluto no le agrada meterse en cosas políticas.

Nursultán, un hombre de cabello gris y rostro redondo, lo recibió con una sonrisa, breve saludo de manos y un abrazo. Sus ojos brillan como si estuviera viendo un ídolo, y lo está.

Hablaron un rato en inglés, mientras los guardaespaldas del presidente lo escoltan hasta la habitación principal de la casa de gobierno.

A Federer le sorprendió no recibir paparazzis, ni fotografías protocolares del gobierno, ni otros políticos ni nadie que quisiera estar presente en esta pequeña reunión.

Parece algo más privado, y eso lo aterra.

―Siéntate, por favor ―dice amablemente el presidente.

Federer se sentó incómodamente en el sofá rojo, frente al elegante político.

Todos a su alrededor se retiraron, dejándolos a solas.

―Creo que es importante, aclarar, que esto es una reunión de negocios. Y no saldrás de aquí sin haber negociado ―sonrió.

Federer tragó saliva con la garganta seca. Esto no le agrada en absoluto.

―Tengo una hija ―dice el presidente―. En este momento tiene dieciséis años. Le va horrible en el Tenis, pero está bloqueada. Ella es buena jugadora, la preparé toda la vida para esto. Y creo firmemente que su problema es un actual entrenador. Necesito que tú la entrenes.

Federer buscó las palabras exactas para responder sin recibir una amenaza de muerte de respuesta. Y se tomó algunos segundos en silencio donde se mostró bastante nervioso, hasta que finalmente contestó:

―Me encantaría, señor Presidente. Pero estoy complicado. Todavía soy jugador, y no creo retirarme hasta 2022.

―¡Perfecto! Mi hija tendrá más de dieciocho para 2022. Tú la entrenarás y la harás ingresar a la liga de profesionales.

Federer salió de allí insultando al suelo con susurros. Está perdiendo la elegancia que demuestra porque esto no le agrada.

No es justo.

No es justo tener que entrenar una niña mimada que no tiene talento. ¿Y qué hará si la chica no funciona?

El presidente dejó bien en claro: «...Si ella no es la mejor del mundo, entonces tú estarás en problemas».

La número 1 del mundo [Roger Federer] [#2 HEUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora