4. You've got a Thunder

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You've got a Thunder

Nadie te dice qué hacer, ni cómo sobrellevar las situaciones de vida cuando eres adolescente. Nadie me dijo que pasar poco tiempo en casa no era la solución, ni nadie me ayudó a sobrellevar a Michael.

Desperté con otro sueño de los que me dejan sin respiración y completamente sudada. Me levanté como pude y me di un baño tratando de controlar mi respiración y temperatura corporal.

Llevo cuatro días viviendo en la Fundación Roger Federer; una academia para jóvenes deportistas ―en su mayoría adolescentes― que dejan todo atrás ―incluido sus países y familias― para profesionalizar sus juegos.

El primer día Federer me enseñó el lugar y me obligó a leer un libro de doscientas páginas sobre las reglas del Tenis.

El segundo día me presentó a quienes serán mis entrenadores físicos, terapeutas, médicos deportivos, y compañeras de entrenamiento, y me tomaron todas las medidas necesarias y demás para completar una ficha de datos ―por ejemplo mi estatura, mi nivel de vitaminas, y entre otras cosas importantes―, luego a Elena Penko quien será la jugadora que me enfrentará en cada práctica.

―Si logras ganarle a Elena Penko, entonces estarás preparada para Australia Open ―dijo mirándome fijamente a los ojos, sin que yo pudiera levantar mi mirada.

El tercer día tuve mi primer entrenamiento oficial. Federer no apareció, pero nos separaron en grupos de ocho chicas, nos hicieron correr, entrenar, y jugar entre nosotras. Perdí todo mi set, hasta que la profesora dijo «Suficiente» y dio por ganado el partido a mi rival sin siquiera permitirme dar batalla en el segundo set.

―Chicas, escuchen ―pidió mientras hacía señas con sus manos para que nos acerquemos en forma de círculo alrededor de ella―. Dentro de un mes comenzará Australia Open, pero las clasificaciones son en dos semanas. ¿Quién sabe cómo son las clasificaciones?

Elena Penko levanta la mano.

―Adelante.

―Las clasificaciones están dividas en tres fases de grupos, y son solo para los y las tenistas que aun no son profesionales. Los profesionales clasifican sin necesidad de jugar las fases.

―Bien, ¿Y cuál es la dificultad de estas clasificaciones?

Penko vuelve a levantar la mano:

―Nos anotamos más de quinientas tenistas, y solo tres de nosotras clasificamos. De hecho, con suerte clasificamos cuatro, si es que alguna profesional se baja del cuadro por lesión.

―Perfecto Penko ―dice la profesora―. Es por eso, que cada Academia de jugadores fuera de la liga profesional, debe presentar a sus tres mejores jugadoras en las clasificatorias. Por lo tanto, tendrán un campeonato aquí, interno, durante las próximas dos semanas. Y quienes más puntos sumen, serán elegidas para la clasificación.

Tragué saliva.

Creí que Federer iba a entrenarme, ese es el acuerdo que llegó con mi padre, no que me pondrán en una Academia a trabajar tan duramente como si este fuera el Australia Open. Y lo que es peor, es que este esfuerzo será solo para poder ingresar a las clasificaciones del torneo, pero no al torneo.

―¿Cómo las evaluaremos? Bien, ustedes son dieciséis chicas en total, jugarán como si fuera un torneo: Primera ronda, Segunda ronda, Octavos de Final, Cuartos de Final, Semi-Final y Final. La finalista y subcampeona serán las primeras dos en tener lugares para viajar a Australia, pero la tercera será la que más puntos sume entre teoría y práctica. Porque sí, van a tener evaluaciones escritas.

La número 1 del mundo [Roger Federer] [#2 HEUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora