16. Rusia III

172 17 17
                                    

16

RUSIA III

St. Petersburg Ladies Trophy , RUSIA.

El día de enfrentar a Jessica llegó. Como siempre, las butacas están vacías, la anciana es la única que parece entusiasmada en mí, y Federer no está aquí.

Observo a Jessica desde el otro lado de la red y trato de no recordar la variedad de imágenes de todas las veces que me ganó. Finjo que estoy bien, pero siento la subida de temperatura de mi cuerpo, y comprendo que estoy arrinconada en algún lugar de mi mente.

El partido comienza, y Jessica está lejos de ser la Jessica que solía ganarme. Ni siquiera lo intenta, ni tampoco se muestra lesionada. Se está dejando ganar, y no tengo idea por qué. Cometo algunos errores pero son insignificantes ante los errores de Jessica, y sé que los está fingiendo.

Le gano fácilmente y paso a cuartos, pero algo en mí me dice que todo esto no cuadra.

Veo a Roger en el fondo del hotel, justo en la recepción, hablando con los empleados del lugar y con clientes que le sonríen y le piden autógrafos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Veo a Roger en el fondo del hotel, justo en la recepción, hablando con los empleados del lugar y con clientes que le sonríen y le piden autógrafos. Lleva de peinado ese hopo estirado hacia atrás tan común en él, con una tranquilidad y paz para comunicarse con las personas que es rara de ver en estos días de tanto alboroto, y con esos hoyuelos en sus mejillas que cada vez que sonríe me vuelve loca.

¿Qué se siente ser una superestrella del tenis tan admirada?

Di un paso adelante para poder acercarme, pero cuando intenté mover mi otra pierna, una anciana se interpuso en mi camino.

―Hola, Rybana ―dijo.

Miré hacia abajo, ya que la señora es bastante corta de estatura, y noté que es la misma mujer que apoyó todos mis partidos estos últimos días.

―Supongo que si hablo en ruso me entenderás ―dijo cambiando el inglés por el ruso, y le entendí perfectamente, aunque no sé cómo responderle.

Conozco el idioma ruso ya que mi padre lo sabe hablar a la perfección, pero solo puedo entenderlo, no hablarlo.

―¿Quién es usted? ―pregunté en inglés.

Ella sonrió dulcemente con sus labios cerrados y con ciertas lágrimas en sus ojos, levantó su mano y suavemente acarició mi mejilla.

―Has crecido tanto. La última vez que te vi eras apenas una bebé ―respondió en ruso―. Tienes la sonrisa de tu madre.

¿Mi madre?

Di un paso atrás, separándome de su mano.

Sentí un brazo envolviéndome la cintura y clavándome los dedos en mi costado del abdomen, supe de inmediato que es Federer.

―¿Estás bien? ―me pregunta, y no puedo verlo, solo sentir su aroma y voz en mi oído―. Estás pálida.

―Me gustaría verte hoy, a las 16 horas en las afueras del hotel ―dijo la anciana en ruso antes de retirarse.

La número 1 del mundo [Roger Federer] [#2 HEUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora