45. De regreso a lo básico

103 9 7
                                    

45

De regreso a lo básico

En las siguientes dos semanas, seguí mi vida como si nada hubiese pasado. Roger no volvió a contactarse conmigo, ni siquiera responde el único mensaje que le envié donde le escribí «Al menos déjame despedirme de ti». Sin embargo, sé que él regresará a mí tarde o temprano, así que mi corazón no está roto.

Y en este momento, ni siquiera pienso en mi madre, o en la anciana asesinada, o en el abandono de Federer, sino que pienso en el tenis y en que soy la número uno. Han pasado muchas cosas en pocos días, y no he tenido tiempo para disfrutar este momento.

Las personas me aman más de lo que me amaban antes, me piden autógrafos y lloran de emoción cuando me acerco a ellos. Y esta vez, decido ignorar lo que Federer me hubiese recomendado: el torneo de San Diego.

Es un torneo intermedio, que otorga quinientos puntos en total y que muchas del top 10 estarán allí. Además, el premio en dinero es bastante alto. Pero, Paris Waters es la nueva número tres que causa revelo en Estados Unidos, y siendo que es su país, prefiero no meterme con su gente y su favoritismo. Ya le arruiné el US Open, y honestamente, no quiero una guerra con ella.

Así que estaré bien en otro torneo, y en este caso, elijo el Guadalajara Open.

Edward, mi masajista y fisioterapeuta, me recomienda no hacerlo, y seguir de manera lineal el plan que había hecho Federer para mí en San Diego, pero no, no quiero meterme con Paris ni tampoco seguir el plan de Roger.

Llegamos a Guadalajara y es mi primera vez aquí. Todos los mexicanos me reciben amablemente, y todo es sonrisas y saludos de manos hasta que uno de los periodistas me pregunta en la entrada del hotel:

―¿Dónde está Federer? ―dice y me coloca el micrófono en los labios.

―Está descansando, gracias ―sonrío y me retiro.

Pero todos sabemos que no es así. Incluso el periodista.

Al llegar a mi habitación de hotel, acomodo mis cosas y Edward se aparece para indicarme que es hora de entrenar.

No sé contra quién voy a entrenar porque Federer no está aquí, así que, supongo que tendré que volver a mis bases y jugar contar la pared. Y así lo hago. Y a medida que pasa el día, comienzo a extrañar su presencia cada vez más.

Caigo rendida a la noche, mientras observo en mi teléfono el cuadro que me toca en el torneo, e intento concentrarme pero no lo logro. Lo extraño. Y él ni siquiera contesta mis mensajes. Por Dios. ¿Cómo es que lo ha dejado todo solo por mi padre? Bueno, yo estoy acostumbrada a mi padre pero, creí que él también. Creí que él entendía con quién se estaba metiendo en el momento que me besó por primera vez.

Y en momentos así, es inevitable no pensar en Michael. Al fin y al cabo, he estado pensando que soy igual que mi madre. En el momento que fui abusada y embarazada, decidí tenerlo y llevarlo a un orfanato, tal como ella lo hizo conmigo. Dicen que, quienes no superan los traumas familiares, están destinados a repetirlos.

Sin embargo, tampoco puedo dejar de pensar en mi hermana ―si es que sigue viva―, pero entiendo completamente que no puedo preguntar ni indagar de ello mientras mi padre siga vigilándome.

Supongo que, como siempre, solo debo callar, obedecer, y ganar.

Y así me presento a la primera ronda de Guadalajara.

Qué mierda.

Ingreso a la cancha sintiendo una brisa tan fresca y dura que las cuerdas de mi raqueta tiemblan, observo hacia mis costados y agradezco que las personas hayan comprando entradas a pesar de... Lo horrible que es el clima aquí.

La número 1 del mundo [Roger Federer] [#2 HEUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora