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El incidente en el gimansio
He dejado pasar la temporada de Madrid y ahora solo me preparo para Roland Garros. Llevo ya casi seis meses de embarazo, y aunque ya no pueda viajar ni seguir jugando, lo seguiré haciendo.
Roger últimamente ha estado tomando mucho vino morado, al punto que a veces puedo sentir su aliento alcohólico desde lo lejos o ver sus labios pintados de violeta. Pero nada de él importa desde que escuché lo que escuché. Ahora me paso días enteros frente a la pantalla de mi teléfono, googleando fotos de los Hermanos Dorados para ver el parecido físico que tengo a ellos. No sé nada de Prince, el Hermano Dorado... Tal vez él no sea de la misma madre que nosotras, no existe ningún registro o pista que así sea. Pero, entonces, ¿Cómo llegó a ser hermano de la Hermana Dorada?
No lo sé.
Últimamente, todo lo que creía saber ahora ya no lo sé. Y me enerva no poder buscar, indagar y preguntar más. Roger fue contundente cuando dijo que mientras sabemos todo lo que sabemos, corremos riesgo de vida, y ya no tengo a mi padre para que asesine a los malos. No. Estoy sola, completamente sola, y Roger no es capaz ni de matar una mosca.
En fin, hoy recibí los resultados de mi última ecografía de embarazo, y a pesar de los sustos de salud que vengo teniendo estos últimos meses, sobre todo en lo mental, por suerte todo está bien. Mis dos hijos nacerán sanos y fuertes. No voy a fingir que estos últimos días de soledad, enojo y emociones mezcladas, no me encariñé con los bebés que llevo dentro de mí. A decir verdad, me está gustando la idea de ser madre. Sin embargo, sigo sin poder mirar a los ojos a Michael, ni cargarlo en mis brazos, ni desearle buenas noches. Apenas le hablo, apenas lo miro, apenas finjo que estoy bien cuando él está jugando alrededor de mí.
Pero hoy desperté temprano, algo así de las cuatro de la madrugada. Me levanté y me dirigí a la ducha, luego hice una valija en completo silencio mientras Roger duerme como un ángel, cargué mis cosas a un taxi en la puerta del departamento, y abandoné la ciudad sin antes dejar una nota en el refrigerador: «Me fui a jugar Roland Garros, adiós».
No me importan las contraindicaciones de los médicos, ni la opinión de Roger, ni nada. Solo quiero jugar y regalarle este torneo a mi padre, que pudo haberme tratado como a cualquiera de sus hijos bastardos, pero eligió amarme y protegerme... Le debo mucho. Tal vez nuestra relación no era la mejor, aun así, él intentó ser un buen padre.
En este momento, es mi único objetivo.
―¡Oh Dios mío! ―dice una periodista tomándose de la cabeza al verme.
Ingreso al club de tenis de Roland Garros, con nadie detrás de mí ―ni mi entrenador, ni Roger, ni mis publicitas, ni nadie―. La mayoría de los jugadores hombres y mujeres del circuito se voltean a verme mientras están en sus bicicletas fijas haciendo ejercicio, y se quedan sorprendidos al verme con tanto embarazo.
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La número 1 del mundo [Roger Federer] [#2 HEUS]
Fiksi PenggemarRybana Nazarbáyev nació en 2000, producto de una prostituta rusa que enamoró perdidamente al presidente. Fue la única niña entre todos los niños bastardos que él decidió reconocer. Aun así, su madre falleció a sus dos años de edad, por lo que, el pr...