7. Maybe by the time Summer's done, I'll be able

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Maybe by the time Summer's done, I'll be able

Oh, vamos, debe ser una broma.

Estoy en el tercer puesto empatada con otra chica que no recuerdo su nombre. ¿Cómo es posible que las dos hayamos conseguido la misma cantidad de puntaje?

Federer me obligó a estudiar largas horas los libros de Tenis en lugar de entrenar, ya que el tercer puesto de empate se definirá con un examen teórico. Mientras tanto, Elena Penko ya está viajando a Australia.

Para ser honesta, no imaginé que terminaría en el tercer puesto de este pequeño campeonato. Desde el primer día que asumí que terminaría última, aunque tuve un breve crecimiento deportivo en los últimos dos partidos antes de Elena cuando realmente creí que podía ganar. Y estuve a muy poco de demostrarlo.

Hablé de esto con el psicólogo de mi equipo durante la mañana, quien me aconsejó a nunca rendirme.

―El Tenis es un deporte para mentes fuertes. Nunca puedes rendirte, debes ir hasta el final, y conseguir esos puntos imposibles que dan vuelta el partido. Eso es Tenis. Y para tener mentes fuertes, es importante que halles tus debilidades y digas «bueno, todo el mundo las tiene, no están tan mal, ¿Cómo puedo sobrellevarlas?» ―dijo.

Eso es Tenis.

Y Federer cumple con el hombre perfecto para ser tenista. Siempre está en positivo, con mirada neutra, relajado, jamás se enoja, y trata el juego con paciencia y espacio.

Tal vez por eso es el mejor.

Tiene una habilidad única para desenrollarse dentro del Tenis como si fuera un deporte creado por él mismo.

Ya no me siento tan incómoda cuando estamos juntos, cuando entrenamos o hablamos en los pasillos. Al contrario, lo siento como un mejor amigo más que un entrenador. Y es gracioso porque nunca tuve un mejor amigo o amiga, por lo que no sé lo que es tener uno, pero supongo que Federer está bastante cerca.

Después de estudiar toda la mañana los reglamentos y demás del deporte, Federer llamó a la puerta de mi habitación, y lo recibí con una gran sonrisa.

―¿Lista para ganarte ese tercer puesto?

Asentí sin borrar la sonrisa.

―Esta es la actitud que siempre debes tener, Rybana ―dijo también sonriendo―. Ven.

Me llevó trotando hasta el gimnasio para entrar en calor, y me ordenó:

―Te haré preguntas teóricas de lo estudiado mientras rebotas la pelota contra la pared.

Tomé mi raqueta, y el examen ficticio teórico ―y a la vez práctico― comenzó.

15 minutos antes de la postulación de puntos.

Fue grandioso no perder la pelota durante los veinte minutos que Federer me hizo cuarenta y siete preguntas en total. Al finalizar, esperaba una felicitación de su parte, ya que días atrás era imposible para mí mantener la concentración en pequeños ejercicios como este, pero al contrario de eso, me dio palmadas de aliento en mi espalda.

Hice el examen, a solas con un profesor, y ahora me encuentro en los pasillos de la Academia esperando el resultado.

Veo a Roger acercándose, con ese estilo meneado que tiene de caminar, mientras usa una de sus manos para peinar su jopo oscuro de cabello, me observa con esos ojos achinados mientras lentamente se le forma una sonrisa en sus labios.

―Todavía no tengo información ―dice colocándose a mi lado, transmitiéndome aquel aroma varonil que lleva a todos lados―. Pero los profesores se animaron a decirme que soy un gran entrenador.

Sentí un pudor importante. Si los profesores creen que Federer hizo un gran trabajo conmigo, entonces significa... No quiero ni pensarlo.

―Australia Open es uno de los torneos más difíciles junto a Wimbledon, Roland Garros y US Open. Pero considero a las clasificatorias más difíciles que el torneo en sí.

Tragué saliva.

―Tampoco me fue bien al principio de mi carrera ―su sonrisa desaparece, y trato de cruzar mis ojos con los de él, pero apenas puedo hacerlo sin morirme de vergüenza―. Era muy inseguro. Como tú. Recién a los veinte años desperté y me convertí en el número uno del mundo, y te aseguro que... ―se señala la cien con su dedo índice― Está todo aquí.

Nos quedamos en silencio, justo cuando noto a todas mis compañeras acercándose con sus respectivos entrenadores, y me observan como si fuera una acomodada.

Bien, en este preciso instante, creo que es la primera vez en mucho tiempo, que no me importa lo que piensen porque tengo al mejor entrenador del mundo. Y solo yo sé, que todo esto está valiendo la pena.

Hoy, a la mañana, cuando me miré detenidamente en el reflejo del espejo, me encontré con una espalda más ancha, hombros más musculosos, postura corporal más derecha, abdomen más plano y definido con una cintura bien marcada. Mi cuerpo cambió, y mi Tenis también.

De repente empiezo a conectarme con el deporte, a hablar con él, y ya no lo siento como una tortura.

Uno de los profesores aparece en el pasillo del gimnasio, observándonos ansiosas, y coloca un papel sobre la pizarra. Por supuesto Elena y la finalista están ya viajando a Australia, pero cuando achino mis ojos mientras me acerco lentamente me encuentro con...

«Tercer puesto: Rybana».

Tal vez para cuando termine el verano de 2.022, me habré convertido en la mejor del mundo.

La número 1 del mundo [Roger Federer] [#2 HEUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora