Parte 2: Desayuno conflictivo

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Era muy temprano, Veigar estaba todavía dormido, soñando con que conquistaba todo Valoran y lo gobernaba con puño de hierro. Iba vestido con las mismas ropas solo que con un alargada capa.

A pesar que era el llamado Maestro del Mal no podía evitar ese tipo de cosas.

"¡Inclinaos ante mi necios! ¡Yo, que he conquistado el corazón de todos con miedo! ¡Temblad ante el poderoso..."

"¡Veigiiiiiiiii!"

"¿Mmm? ¡¿Quién osa..."

"¡Veiggiiiiiii!"

"¿Lulu? ¡Estoy ocupado dando mi discurso del mal!"

"Pero Veigi tienes que despertarte" - le decía inflando los mofletes

"¿Despertarme? ¿Cómo que despertar..."

Él estaba en su cama aun con las sabanas por encima, se frotó los ojos y maldijo algo en voz baja. Luego miró hacía la izquierda para ver a Lulu.

"Zzzz...."

"Lulu aún sigue durmiendo..."

"Zzzz...."

"Espera un momento..."

Y una bombilla se iluminó en su mente tras algunos segundos.

"Lulu, ¿qué haces en mi cama?"

"Zzzz...."

"¡Lulu! ¡Despierta!"

La chica se frotó los ojos, estiró los brazos y bostezó. Aún así no parecía haberse enterado del comentario.

"¿Has dormido bien Veigi?"

"¿Qué te importa a ti eso? ¡Solo quiero saber qué haces en mi cama!

"Entré para despertarte, pero estabas tan dormido y parecías tan mono que no pude resistirme"

"¡El mal no es mono, es... malvado!"

"También dijiste algo de conquistar un corazón" - decía mientras se tapaba su cara sonrojada con sus manos

"Lo que estaba diciendo...."

"No te preocupes Veigi, no me importa"

"Te estoy diciendo..."

"Yo voy a preparar el desayuno"

"Arrfff...." - suspiró el villano - "Esta yordle..."

Un rato más tarde Veigar llegó a su cocina y se encontró a la chica en su mesa con un vaso de zumo en la mano, charlando con Rammus.

"Y luego le comenté... oh, hola Veigar"

"Hola Veigi, te he preparado unas galletas y un zumo de manzana" - dijo sonriendo como de costumbre

"¿Que haces aquí Rammus? Deberías estar preso en mi mazmorra"

"Le solté para desayunar todos juntos"

"¡No puedes liberar a mis prisioneros, por eso se llaman prisioneros!"

"No seas tan cascarrabias, te saldrán arrugas"

"Tranquilo, me tomo el café y voy rodando para allá" - dijo con las mayor tranquilidad del mundo

"Eso espero, ¡como intentes escapar te destruiré!"

"No es la primera vez que lo oigo..."

"¿Y por qué se supones eres el prisionero de Veigi?"

"Ese armadurillo mordió más de lo que podía masticar"

"Veigar me contrató como contable para hacer la declaración de la renta"

Realmente el campeón tenía una muy buena formación en esos aspectos de la contabilidad.

"Cuando pregunté por el seguro dental me echó a las mazmorras"

"¿Seguro dental?"

"¡Te dije que no mencionaras más ese seguro!"

Y muy enfadado, el hechicero le lanzó un rayo que le inmovilizo al igual que haría un Reloj de Zhonias.

"Entonces... ¿quieres más galletas?"

"No, vístete y nos iremos a Bandle City"

"Que ganas tengo de nuestra excursión"

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"No es una excursión, es simplemente... ¡para que me dejes en paz!"

"Oh, creo que alguien necesita un abrazo"

"¡No quiero un abrazo!"

"¿Por qué no?" - preguntó tiernamente

"¿Pixie?"

"Porque el mal no necesita abrazos, bruja"

Sin embargo su replica fue en vano, pues Lulu se acercó a él y le dio un abrazo muy fuerte.

Veigar respiró profundamente y se preparaba para apartar a la yordle de un golpe solo para darse cuenta de que se sentía bien, era cálido y reparador.

"Esta niña..."

"Jejeje, en el fondo te gusta"

"Grgrr..."

Bueno, supuso que no iba a pasar nada por estar así un poco más, ¿no?

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora