Parte 28: La Receta

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Veigar y Lulu estaban andando por un camino rumbo hacia la ciudad de Bandle, ya que la brujita tenía algunos encargos que hacer.

La chica iba sonriendo dando saltos con Pixie mientras que el hechicero, por el contrario, solo miraba al suelo con cierto enojo.

"Hey Veigi, alégrate"

"No quiero alegrarme..."

"Pero si estamos dando un muy bonito paseo"

"Estoy en este viaje forzosamente... ¡y no me llames Veigi!"

"Tristana va a darme una receta para hacer galletas y quería que vinieras"

"¿Y era necesario ponerte a llorar para eso?"

"Si, era super necesario que vinieras" - contestó sonriendo - "Y ha funcionado"

"Además, no soy muy apreciado allí, recuerda la ultima vez"

"Eso no me importa Veigar" - dijo aun sonriendo

"¿Que no importa? ¿Cómo que no importa? ¿No viste la poli el otro día?"

"No vamos a llamar la atención por estar unos minutitos"

"De todos modos viajar tanta distancia por una receta...."

"Deja de quejarte Veigar, es una receta de galletas con manzanas"

"¿De manzana? Bueno... es un poco menos laborioso..." - el brujo miró hacia otro lado

"Sabía que te iba a gustar la idea"

"Meh, al menos voy a poder reunirme con un amigo" - añadió el chico - "Aprovecharé la estancia..."

"¿Quién? ¿Rumble? ¿No serla otra yordle, no?" - preguntó fríamente la niña mirándole de reojo

"¡No, no es otra yordle! ¡Es un humano!"

"Ah" - suspiro aliviada - "Y ¿quién es?"

"Solo es uno de los Emisarios"

"Bien, cuantos más seamos mejor, ¿no crees?"

"No sé yo si le gustarán las galletas" - dijo el mago pensativo

"A todo el mundo le gustan las galletas"

"Por cierto, ¿cómo es que Tristana tiene una receta para galletas?"

"Le pedí expresamente que me buscara una, le dije que iría a recogerla"

"¿Le dijiste que eran para mi?" - preguntó el brujo

"No exactamente, no sabe que son para ti"

"Tiene gracia, años peleándonos y ahora voy a su casa a comer galletas"

"Podríais ser amigos, así quedaríamos todos juntos" - decía con los ojos brillantes

"Eso jamás va a suceder... jamás mientras siga impidiendo mis planes de domina..."

"Pero hasta el mal necesita amigos...." -interrumpió Lulu

"Yo ya tengo amigos, oscuros y maléficos amigos"

"Pero nunca se tienen demasiados amigos" - dijo sonriendo y saltando

"¡Pixie!"

Delante de ellos estaba el puente de madera que normalmente usaban para ir a la ciudad, solo que estaba destrozado. Seguramente algún acto de vandalismo o alguna borrasca.

"Veigi, el puente de madera esta roto" - dijo señalando lo que quedaba de puente

"Que pena, bueno, tendremos que volvernos"

"No podemos Veigi, necesito esa receta urgentemente"

"Pero el puente esta roto, ¿cómo pretendes pasar?"

"No hay mucha agua, podríamos pasar por el río"

"No se para qué pregunto..." - dijo llevando su mano a la cara en señal de frustración

El Maestro del Mal fue el primero en meterse en el agua, la cual no cubría mucho. Luego esperó a Lulu para que pasasen los dos.

"Venga Lulu, métete en el agua y crucemos"

"Espera un momento..."

"Date prisa"

La pequeña yordle se metió poquito a poco en el rió, luego sujeto fuertemente a la cintura del mago.

"Lulu, no hace falta que me agarres" - le dijo Veigar intentando avanzar

"Me da igual, no quiero que me lleve la corriente"

"¡No hay corriente! ¡El agua nos llega apenas por los pies!"

"Emm... esto... vale..."

"Lo que tengo que soportar..."

"Yo.. emm... lo siento..." - dijo un poco avergonzada

La bruja le soltó y ambos cruzaron el río. Tras esto reemprendieron el camino hacía Bandle, la cual ya podía avistarse.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora