Lulu acababa de tener una pesadilla bastante grotesca y que le había dado cierta inseguridad. Cada minuto miraba a Pixie cada para asegurarse de que no estaba dormida.
Ahora mismo estaba corriendo hacia la biblioteca, donde pudo encontrarse con el Maestro del Mal tan tranquilo como siempre.
"¡Veigar! ¡Veigar!"
"¡Pixiiie!"
"¿Mmm? ¿Pasa algo?"
"¡Estás aquí, Veigi!" - gritó mientras le abrazaba fuertemente
"¡Suéltame! ¡Y no me llames Veigi!"
"Hoy he tenido... una pesadilla..." - dijo triste con alguna lágrima en la cara
"¿Una pesadilla?"
"Sí, una muy horrible, siniestra y gótica..."
"Lo siento... no lo sabía..."
La cara de Lulu estaba en el pecho del mago, lo cual le tranquilizaba, incluso podía notar la pulsación de su corazón mientras se sonrojaba.
"Bueno, quédate por aquí si quieres...."
"¿Quedarme aquí?"
"Sí, pero no me molestes, tengo que volver al trabajo" - dijo volviéndose hacia el libro
"¡Pixie! ¡Pixie!"
La joven parpadeó y lo reconoció como el libro de sus pesadillas, el mismo que aparentemente lo acabaría matando.
"¡No! ¡Veigar, no uses ese libro!"
"¿Por qué? Lo tengo desde hace años, es el que uso para las maldiciones"
"¡Pero no puedes usarlo!"
"Dame una explicación racional para no utilizarlo..." - replicó el brujo, extrañado por su comportamiento
"En mi pesadilla... lo usabas y pasaban cosas malas..."
"Necesito el libro para mis investigaciones, es el único forrado con carne humana y encontrado en las entrañas de una cabaña de madera maldita"
Tras decir esto se quedó callado por un momento, dándose cuenta de qué había dicho.
"¿Sabes? Nunca creí que diría eso"
"Pero Veigar, se que ocurrirán cosas malas"
"Quiero dominar el mundo, claro que sucederán cosas malas, ahora si no te importa" - dijo señalando la puerta
"Pero.... pero...."
"Hazme caso y vete ahora mismo"
Por todos los medios la bruja intentó hablar, pero sin éxito, así que respiró profundamente y salió por la puerta.
Veigar agarró el libro y empezó a leerlo, momento en que una voz empezó a hablarle.
"¿Cuánto tiempo más... me tendrás encerrado?"
"Dudaba de que pudieras hablarme"
"Contesta a mi pregunta... mortal..."
"¿Cuánto tiempo? Déjame pensar..."
El brujo abrió uno de los cajones y sacó una bola de cristal que tenía a Nocturne dentro.
"Una semana, tal vez, hasta que aprendas a no cazar en mis dominios"
"Los sueños son mis dominios..."
"Y esta casa son los míos, y aquí las cosas se aprenden por las malas"
"No estaré aquí eternamente..."
"Ya lo sé, he dicho que te sacaré en una semana, ¡si te pones pesado dos!" - le amenazó airadamente
"Tus amenazas son sumamente infantiles"
"Eso dijo Malzahar antes de que acabara con él..."
"Ni siquiera sé quién es ese tipo"
El yordle se pasó toda la tarde memorizando hechizos ocultos y rituales prohibidos. Cuando vio que ya era muy tarde se preparó para irse a dormir.
"Has pasado de lo que te dijo ella... y te has esforzado tanto... ¿por qué?" ro
"Este es un mundo cruel, dominarlo es solo el primer paso, cambiarlo el segundo"
"......."
"Es un trabajo muy duro pero una voz me dice.... hazlo por ella..."
"Ese pensamiento es bastante iluso... iluso e imposible..."
"No te he pedido tu opinión"
El brujo avanzó hacia el escritorio y reventó la bola contra el suelo, liberando al extraño ser de pesadilla.
"¿Soy libre?"
"Si, encuentra tu lugar en este mundo... y no vuelvas..."
"¿De verdad pondrás en peligro a la chica?"
"¿De verdad te pondrás en peligro al enfadarme?"
Tras esta amenaza el brujo se dio la vuelta, perdiéndose en la oscuridad y dejando atrás la biblioteca.
"Volveré algún día... pequeño necio..."
ESTÁS LEYENDO
Las Crónicas de Veigar
FanfictionBienvenidos a este fanfiction de Veigar, adentrate en su mundo, donde podrás leer las aventuras que vive con otros supervillanos, con Rammus y en especial con una pequeña yordle llamada Lulu Los derechos de los personajes pertenecen a "League of Leg...