Parte 39: Atrapado

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Veigar había estado consolando a Lulu tras una pesadilla bastante inquietante que había tenido. Ahora el brujo se mantenía muy quieto

Un ser similar a una sombra viviente se acercaba poco a poco. Y cuando se quiso dar cuenta ya estaba enfrente suya, amenazante, pues en la oscuridad apenas podía verle.

"Hola..."

"Hola... yordle..."

"¿Qué haces en mi casa?"

"Alimentarme...." - respondió mientras mostraba sus oscuros ojos

"¿Alimentarte de qué?"

"De sueños... de pesadillas..."

"¿Tu eres quien le ha causado pesadillas a Lulu?"

"Si... yo soy su pesadilla... ¿cual es la tuya?"

"El mal no tiene pesadillas" - respondió algo enfadado

"Todos tienen pesadillas... como ser encerrado en una cárcel..."

"........"

"Veo que he dado en la diana..."

"Eso... eso no es cierto..."

Mientras la criatura hablaba, una extraña niebla negra surgía de detrás suya.

"¿Cómo te llamas?"

"Tengo muchos nombres... pero algunos dirían que soy su terror nocturno...."

"Dime, ¿vas a irte por las buenas?" - preguntó el brujo alzando su bastón

"¿Irme? No te entiendo..."

"Quiero que te vayas de mi casa, ¡ahora!"

"Pero tengo que alimentarme... y esa chica es muy sabrosa....."

"Tu... maldito nigromante..."

El corazón de Veigar se aceleró de golpe, ¿y si Lulu no podría dormir nunca? ¿y si se dormía pero nunca despertara de nuevo? ¿y si se moría?

"¿De dónde vienes?"

"De las islas, donde solo era una sombra entre muchas..."

"Entonces no eres nadie importante"

"Soy la pesadilla de alguien que cobró vida al abrirse la puerta del mundo de los sueños... soy el amo de las pesadillas..."

"¿La puerta del mundo de los sueños?"

"Así es, la que separa las dimensiones... se está abriendo y yo pude colarme desde la Dimensión Fantasma..."

"Dimensión Fantasma..."

"Sí y probablemente otros lo harán"

"Pues bien, si quieres seguir existiendo en este mundo no te acercarás a esa chica"

"Pero necesito alimentarme....." - dijo la cosa mientras desplegaba unas cuchillas de sus brazos

"Existen los cementerios, seguro que se te ocurrirá algo"

"Los sueños de esa niña son muy sabrosos.... ¿acaso perderla es tu pesadilla?"

Veigar se quedó por varios segundos callado, luego sus brazos empezaron a temblar, y finalmente se dirigió ante el espectro que tenía enfrente.

"Si, si ella no estuviera... no sé qué haría, por eso mismo no vas a tocarla..."

"¿Quién me lo va a impedir? ¿Tu?"

"Hablas con alguien con más poder de la que imaginas, subestimame y te encerraré en esa dimensión tuya para luego destruirla contigo dentro"

"Tu no podrías hacer eso...." - dijo la criatura muy segura de si mismo - "No tienes tal poder..."

"¿Quieres intentarlo? Si no lo consigo yo, otro lo hará"

"Esa amenaza es sumamente estúpida..."

"Conozco a gente muy poderosa, ¿de qué te sirve estar vivo si todos quieren verte muerto?"

"Eres sabio, pequeño brujo... pero deberías tener más cuidado..."

"¿Cuidado? ¿Con quién? ¿Contigo?"

"No... peor... las dimensiones se abren..." - le dijo a medida que este retrocedía

"Nos vemos... Nocturne..."

Al llamarlo así Veigar pudo ver como la criatura se quedaba pensativa y después empezó a desvanecerse.

"Así que te marchas, eh..."

"Te advierto que la próxima vez... no tendrás suerte..."

"¿Próxima?"

"Primero veré más de este mundo y luego..."

"Luego... ¿luego qué?"

"Adiós Veigar... quién sabe... ¿soy tu pesadilla o tu eres la mía?"

Poco después de terminar la frase el fantasma desapareció sin dejar rastro.

Veigar fue a la cocina, agarró una jarra de zumo y fue a la habitación de Lulu, donde pudo ver cómo dormía. Efectivamente su peor pesadilla era perderla.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora