Parte 74: Caballero Oscuro

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Nuestra anterior tuvo lugar en otro universo, uno lleno de héroes y villanos más tradicionales. Centrándonos en un Veigar muy diferente y más villanesco.

Este criminal y Superteemo estaban frente a frente, mirándose fijamente como si ya supieran que iba a pasar.

"Vas a pagar por ese techo"

"Y tu por todos tus crímenes cometidos"

"Eso no te lo crees ni tu"

"Vengo por el Petro-Cañón, entregamelo" - le ordenó el héroe

"Sabes muy bien que no, tendrás que quitármelo"

"Si lo prefieres así..."

Ambos parecían disfrutar del momento aunque no iban a permitir que el otro se saliera con la suya.

"¡Abrid fuego!" - gritó el villano

"¡Sí! ¡Señor!"

"¿Mmm?"

Todos los súbditos empezaron a disparar con sus cañones al superyordle, quien los esquivaba con rapidez.

"No te servirá, las balas no pueden ni rozarme" - dijo riéndose mientras las esquivaba

"Mi intención no es que te den"

"¿Cómo dices?"

En ese momento varias de las balas que pasaban por su lado se abrieron por la mitad, lanzando una red de color morado encima del héroe.

"¿Tu arma secreta es una red? ¿En serio?"

"Fíjate mejor en la red, imbécil" - dijo Veigar sonriendo

"Espera... esta red..."

Las cuerdas de la red brillaban con un intenso color purpura que empezó a debilitar al héroe.

"Están hechas... de materia oscura..." - dijo poco antes de caer al suelo

"¡Rodeadle! ¡De inmediato!"

"¡Sí señor!"

Un gran número se súbditos rodearon al yordle caído, apuntándole con sus armas.

"El poderoso Superteemo derrotado por una cuerda" - rió el villano acercándose hasta estar delante suya

"Es una cuerda de materia oscura..."

"Da igual, sigue siendo una maldita red"

"Estarás orgulloso, ¿no?"

"¿La verdad? Si, no es fácil obtener materia oscura, tu único punto débil"

"¡Sácame de aquí y pelea como un hombre!"

"¿Tu eres tonto? Soy el malo, ¿recuerdas? Puedo usar cuantos trucos quiera"

"Chsst..."

"Por no hablar que en una pelea física tengo las de perder..."

El hombre de morado le tocó con el bastón, lo cual generó un pequeño chispazo purpura.

"Aaarrghhhh"

"Qué divertido es todo esto..."

Veigar retrocedió un poco hacia la caja de madera y de ella saco el Petro-Cañón, luego volvió a donde su adversario estaba atrapado.

"Con este arma podré convertir en piedra a los líderes de cada nación, el caos reinará y yo seré quien gobierne con puño de hierro"

"Es gracioso, señor, porque usted tiene el guante de... hierro..."

"No me digas, Heimerdinger, ¡no lo había notado!"

"Eso no te ha funcionado nunca, ¿crees que de verdad funcionara ahora?"

"Si, sobretodo si al Petro-Cañón le añado un pequeño componente extra" - dijo agarrando una roca purpura de su escritorio

"Eso no puede ser..."

"Es un meteorito de Materia Oscura"

"No... has...."

"Tengo pensado usarla como fuente de alimentación, el cañón no solo petrificará sino que será irreversible" - dijo apuntándole con el arma

"Estás loco, no sabes qué puedes hacer con eso"

"Sé lo que puedo hacer, puedo cambiar el mundo" - dijo riendo diabólicamente

"Como quieras... pero no creas que voy a permitírtelo"

"¿Y cómo piensas impedírmelo? Estás atrapado cual hormiga en mis garras"

"Yo si, pero mi compañero no"

Un enorme estruendo se escuchó desde el exterior de la base, alarmando a los súbditos.

"Compañero, eh..."

"¿Qué es ese ruido?" - preguntó Heimerdinger asustado

"¿Quién va a ser? Idiota.... Rumble...."

La pared se vino abajo, revelando una enorme maquina blanca con dos gigantes taladros por manos, Rumble Galáctico acababa de invadir la base.

"Hola a todo el mundo..."

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora