Las Crónicas de Veigar

Parte 266: El cielo en tu mano

Veigar había intentado robar una de las naves de Corki, lo cual extrañamente logró con éxito debido a un ligero descuido. Luego escapó usando un hechizo de humo.

Ahora mismo al yordle bigotudo y la demaciana (Lux Crownguard) se encontraban solos en la azotea.

"¡Voy a matar a ese asqueroso yordle!" - gritó enfadado con una voz muy aguda

"¿Te refieres a Veigar?"

"¡Me ha robado! ¡A mi! ¡Al gran Corki!"

"¿Qué te ha robado exactamente?"

"¡Una nave UFO de categoría humana!"

"De acuerdo..."

"¡No puedo creer que tenga tanta cara!"

"Déjalo, seguro puedes demandarlo... además tienes muchas naves"

"¡Me da igual! ¡Nadie roba a Corki!"

El aviador salió del almacén notablemente enfadado por lo ocurrido.

"Estás muy tenso, tendrías que relajarte un poco"

"¡No necesito calmarme!"

"Discrepo un poquitito..."

El yordle estaba bastante agitado, le había costado mucho creó esa nave, sobretodo por el presupuesto tan ajustado y por el tamaño al que no estaba acostumbrado.

"Ese malnacido... merece ser lanzado desde diez miel metros de altura..."

"Seguro que puedes construir otra, tu eres capaz de ello" - le dijo Lux sonriente

"Tienes demasiada positividad, te falta ser más realista"

"Oh, creo que alguien necesita un abrazo" - dijo la chica mientras se acercaba

"¡No te acerques!"

Sin embargo, la chica no se detuvo y lo agarró para levantarlo y darle un fuerte abrazo.

La chica era realmente dulce con quienes consideraba sus amigos, lo cual incluía a ese cascarrabias.

"¡Suéltame! ¡Suéltame ahora!"

"Eres tan mono y tan adorable... como un peluche cascarrabias"

"¡No soy adorable! ¡Soy un veterano de guerra!"

"Vale, vale, solo tranquilízate un poco..."

La maga de la luz se quedó abrazándole unos segundos más, luego este se calmó un poco y dejó que se sentara.

Corki se apoyó en la pared, con el rostro visiblemente enfadado.

"Cuando pille a ese novato, le voy a destrozar" - dijo apretando los puños

"Las torturas no llegan a ningún lado y menos a tu edad, podrías romperte la espalda"

"Mi espalda es de hierro"

"Pero tu cabeza de niño pequeño, ¿no?"

"Empiezas a sonar como tu herman... ¿niño?"

"Gracias"

"Ni... ni... niño..."

El aviador se estaba enfadando nuevamente, hasta que se dio cuenta de algo en lo que no había caído.

"Oye, ¿por qué viniste a mi almacén?" - le preguntó extrañado

"Estaba buscando una Fiora, pero no pude encontrarla... en ese momento vi tu avioneta"

"¿Mi avioneta?"

"Sí, entonces se me ocurrió visitarte y verla más de cerca"

"No estoy muy acostumbrado a recibir gente por aquí" - dijo el aviador cruzado de brazos

"¿Y eso? ¿Por qué? ¿No te gusta socializar?"

"Más o menos..."

"Estoy segura de que a muchas personas les gusta la idea de volar"

"Ya, pero yo no soy muy popular entre los yordles... y las campeonas mucho menos" - dijo esto último en voz baja

"Eso no es cierto, a mí me pareces un poquito mono"

"Pues tu y tu tienes conceptos muy distintos de mono, ¿sabes?"

Lux le miró por algunos segundos, luego estiró sus brazos y lo acercó para acariciarle la cabeza.

El aviador se quedó algo conmocionado mientras esto pasaba. Tras algunos segundos ella volvió a dejarlo en el suelo y luego se levantó.

"Seguro que encontrarás a algunos amigos"

"Amigos, eh..."

"Claro, quizás solo tienes que esperar"

Esperar... ¿cuánto tendría que esperar? ¿y qué debería hacer si intentaban robarle de nuevo?

"Si tu lo dices..."

"Bueno, tengo que irme, mi hermano me espera" - le dijo Lux con bastante energía

"Supongo que volveremos a vernos otra vez"

"¡Claro! ¡Siempre que quieras! Mi pequeño amigo"

Mi pequeño amigo, eh...

La chica se fue corriendo hacia el instituto mientras que el yordle se quedó pensando en lo que había pasado, era muy extraña pero le caía bien.