Las Crónicas de Veigar

Parte 3: Dominar el mundo

El mal a veces pasa por malas rachas y en esa ocasión fue que Veigar tuviese que soportar la pequeña hada conocida como Lulu.

Ambos habían emprendido su viaje hacia Bandle, primero pasando por el puente que había por el camino principal y llegando a un campo de amapolas.

"Que bonito campo de amapolas" - dijo Lulu con sus ojos brillando

"Son solo hierbajos, vamos, hay camino por delante"

"Jo Veigar, nunca ves lo bonito de las cosas"

"Ufff...."

Veigar en respuesta se quedo mirándola fijamente, claramente se veía que estaba enfadado por su comentario.

"Lulu..."

"Oh Veigar, piensas que soy... bonita.."

"¿Eres tonta o qué? ¿Alguna vez escuchas cuando te hablo?"

Pero la yordle no le escuchaba de lo sonrojada que estaba, tanto que se le podía ver poniendo sus manos en las mejillas.

"¡Lulu! Para el mal no hay nada bonito"

"¿Y eso por qué?"

"Porque es una distracción en mis planes de conquista"

"No sé cómo unas flores pueden ser una distracción, ¿verdad Pixie?"

"¡Pixie!"

"¿Ves? Ella opina justo igual"

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Por cierto, Veigar, ¿por qué quieres dominar el mundo?"

"¿Cómo dices?"

"¿Por qué quieres dominarlo? Es algo que no entiendo"

"Pues muy sencillo, para que todos me obedezcan y pueda controlarlos"

"¿Solo eso? Qué aburrido..."

"Además, en una región dominada no habría luchas, no habría asesinatos, guerras o incluso hambre...."

Tras esto Veigar se quedó en silencio unos segundos y es que para él dentro del mal había algunas facilidades.

"En el fondo lo haces por el bien de la gente" - dijo Lulu mirándolo con ternura

"¿Qué? Ni hablar, eso no es cierto"

"Sí que lo es, pillín"

"Lo hago por mi propio bien, solo imagínate yo en un trono con mi bastón haciendo que todos se inclinasen ante mi y...."

"¿Y yo como tu reina?"

"Si, y tu como mi reina... espera, ¡no!"

"¿Seguro? Porque a mi no me..."

"En mi sillón hecho de calaveras de mis enemigos"

"Pues parece muy aburrido, estar todo el día en un trono sentado"

"Para ti es aburrido, para mi es la mayor ambición" - exclamó con una sonrisa

"¿Y qué pasaría con el resto?"

"Obviamente seguirían con sus vidas solo que yo mandaría entre las naciones, lo que haga cada uno me importa muy poco"

"Parecen tonos muy grises más que simplemente el mal"

"¿Qué sabrás tu? Chica bondadosa"

Mientras hablaban el sol empezó a pegar muy fuerte sobre los yordles, cosa que se notó rápidamente.

"Uff hace mucha calor" - se quejó Lulu - "Mejor me quito el sombrero..."

"El verano aún persiste..."

"Veigi, deberías hacer tu lo mismo Veigar"

"No voy a quitarme mi sombrero..."

"¿Por qué? Hace mucha calor"

"¡He dicho que no!" - repitió gritando

Lulu se asustó un poco y le miró con algo de miedo por lo serio que se veía.

"Yo.. em.. no debería haberte gritado..."

"........"

"¿Pixie? Pixie"

"¿Emm? Yo... bueno..."

Tal vez fuera el señor del mal pero aun así a Veigar le costaba no mostrar compasión por la inocente Lulu.

"Pixie..."

"Está bien, yo... lo siento..."

Los ojos de Lulu se iluminaron al ver lo mono que estaba el mago pidiendo disculpas y saltó encima suya para abrazarlo.

"¡No pasa nada Veigar!"

"¡Quítate de encima mía!"

"¿Por qué?"

"¡Porque me estás molestando!"

Cambió de opinión, quizás debiera destruirla...

"Mira, ahí esta Tristana"

"¿Tristana? ¡Es cierto!" - chilló con alegría - "¡Eh! ¡Tristana!"

"Uff, por fin me la quité de encima..."

"¡Tristana! ¡Veigar me ha pedido que sea su reina!"

"Algún día le aplastaré con un meteorito..."

Veigar respiró profundamente al pensar en todo el recorrido que le quedaba por delante. Lulu por el contrario mostraba una gran sonrisa en su rostro.