Parte 100: Yo soy Veigar

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Domingo por la mañana. Veigar estaba durmiendo en su habitación, el día de ayer había sido bastante extraño... y especial... y agotador...

Realmente el único que se encontraba cerca suya era el Poro, recién levantado.

"Dios, ¿qué hora es?" - preguntó mientras miraba el reloj de su pared - "¿09:30? No hay nadie levantado..."

"........"

"Bueno, tu siempre eres el primero..."

El hechicero se puso sus ropas habituales y fue hacia el jardín en compañía del animal.

"Ha pasado mucho tiempo desde que tuve tanta tranquilidad...."

"........"

"Tu siempre pareces tan tranquilo..."

El brujo se paró en el banco y vio las flores que Lulu plantó... las odiaba mucho...

"Tampoco es que la falta de tranquilidad me haya importado últimamente..."

"........."

Veigar levantó un poco su sombrero y empezó a recordar todas las cosas que ocurrieron allí.

"Tantas cosas raras en un pequeño jardín, demasiado raras..."

"........."

"No me mires así, te conocí en circunstancias muy raras también" - dijo mientras se acercaba a una fuente y se lavaba la cara

El oscuro brujo vio sus cicatrices por toda ella, cicatrices que harían llorar a varias personas.

"A ella nunca le importaron..."

"........"

"Ni a ti... ni a Rammus..."

El hechicero puso rumbo a la cocina y vio unas galletas de manzana sobre la mesa, seguramente hechas por Lulu.

"Galletas de manzana..." - sonrió mientras cogía una

"........"

"Para ti no hay..."

Ella siempre se las hacía, recordaba aún su conversación en la playa, aquel vergonzoso día. Salió de la cocina y fue hacia el salón, estaba a punto de llegar cuando vio una extraña puerta al lado.

"No recuerdo que hubiera una puerta aquí" - dijo agarrando el pomo

"........"

Veigar abrió la puerta y llegó a otro salón, tenía una mesa y algunos muebles, al fondo había un par de sofás.

En uno de ellos, se encontraba un adolescente vestido de negro y verde, tendría unos 19 años y estaba escribiendo en su ordenador. A pesar de esto tenía puesto en televisión la película "Riddick".

"¿Hola?" - preguntó el brujo al extraño

"¿Mmmm?"

El tipo levantó la mirada y fue entonces que lo vio, sus ojos se abrieron como platos.

"¡Ahhh! ¡Ahhhh! ¡Ahhhh! ¡Ahhhhh!" - gritaba señalándolo

"¡Cállate ya!! ¡Maldita sea!"

"¡Lo siento! No quería meterme contigo Vivi" - dijo pidiendo perdón

"¿Vivi? Soy Veigar ¡maestro del mal!"

"¿Veigar? Ah, por un momento me había asustado"

"¿Cómo dices?"

"A ver, para qué mentir, Vivi da más miedo que tu"

"¿Quién eres tu? ¿Qué sitio es este?" - preguntó apuntándole con el cetro

"Mi nombre es emm... Jason... puedes llamarme Jason Vorhees, soy quien escribe tus relatos" - contestó calmado mientras tomaba zumo de piña

"¿Relatos? ¿Cómo que relatos?"

"Verás, las historias que tu vives las escribo yo para una plataforma web, soy como un narrador de tus aventuras"

"¿Narrador? ¿Me estás diciendo que tu escribes lo que me pasa?"

"Exacto" - contestó sonriendo mientras agitaba su zumo

"¿Y qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué estas bebiendo zumo?"

"Verás, buscaba algo que hacer para la parte 100... algo que fuera especial..."

"¿Especial? ¿Parte cien?"

"Sí, en principio iba a ser una reflexión tuya de lo ocurrido hasta ahora... pero tras una saga de seis partes me pareció algo pobre"

Nota mental, quitar esa puerta de la mansión de Veigar.

"¿Por dónde iba? Ah, ya... así que pensé, sería gracioso si tu me conocieras, ¿a que si?"

"No tiene ni puta gracia" - contestó enfadado

"Se me olvidó censurar eso"

"¿Qué hago para volver a mi mundo?" - preguntó irritado

"¿Ves esa puerta? Síguela"

"¿Ya está?"

"Ya está... solo síguela..."

"Eso es... muy sencillo..."

"¿Por qué no? Yo tengo el control aquí, menos sobre el seguro dental de Rammus" - dijo mientras miraba un marco con una foto de Rammus

"¡Eso nunca sucederá! ¡Jamás!"

"No grites, esta no es tu casa"

"Eso es... cierto... creo..."

"De todos modos ha sido un placer conocerte" - dijo algo extrañado

"Lo mismo digo... creo..." - dijo mientras cruzaba la puerta

"¡Y si bebo zumo es porque la coca cola es muy cara!"

Veigar llegó al pasillo de su casa, siendo que todo recuerdo de la experiencia se desvaneció. Miró a su salón y vio a Lulu acompañada de Rammus viendo la televisión.

"No me importa lo que piense el resto del mundo... les tengo a ellos... siempre les tendré..."

"........." - le animó el Poro

"Yo soy la noche... yo soy la venganza... yo... soy Veigar..." 

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora