Parte 279: Viernes tóxico

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Singed acababa de terminar una partida en la Grieta del Invocador, donde le había tocado enfrentarse la engañosa Leblanc...

El químico loco solo quería relajarse un poco, así que una vez llegó a su laboratorio se quitó la armadura y luego se sentó en su sillón.

"¿Qué estarán echando hoy en la televisión?"

Mil y un mitos de la Demacia moderna... hoy en...

"Mitología... chsst... tonterías..." - dijo antes de cambiar

Han descubierto que la petricita...

Algunos testigos dicen que el gigantesco ave...

¿Qué ocurre dentro del Instituto de Guerra? ¿Y sus rumores?

"Basura... simple y llanamente basura..."

Singed miró a su derecha y vio su pizarra con anotaciones, mañana tenía un día duro... seguramente aparecería ese odiado Maestro Yi.

Sus pensamientos, sin embargo, fueron interrumpidos por el sonido del teléfono, que sonó desde la otra punta de la habitación.

"Buenas tardes, ¿quién llama?"

"Buenas tardes Singed, soy Janna, ¿cómo estás?"

"Emm.... bien.... pero...."

"Quería saber si tenías algo que hacer mañana... ¿pasa algo?"

"¿Cómo has obtenido un teléfono? ¿Y cómo sabes utilizarlo?"

"Hay uno en el instituto... me ha enseñado mi invocadora"

"Oh, entiendo... ¿decías mañana?"

El químico cogió un rotulador y tachó el Viernes de la pizarra, sustituyéndolo por el Sábado.

"No tengo nada demasiado relevante..."

"Tal vez quieras salir a dar una vuelta o algo" - le dijo la chica algo sonrojada

"Claro, me encantaría... señorita Janna..."

Para la ninfa, que era muy pálida de piel, era fácil tornar su rostro algo más rojizo. Esto fue notado por Shyvana y Lux, que acababan de formar equipo con ella.

"Oye, ¿con quien está hablando Janna?"

"Creo que está hablando con Singed" - le contestó la maga sonriente

"¿Con Singed? ¿Va a denunciarlo o algo?"

"No, por lo que sé está un poco pillada por él"

Esto dejó un poco sorprendida a la dragona, pues el Zaunita no era precisamente muy atractivo o sociable.

Volviendo a la conversación telefónica, los campeones acabaron quedando el Viernes por la tarde, dándole al químico tiempo para prepararse.

"A ver, ¿qué veneno me llevo?" - se pregunto mientras abría un cofre

Singed era muy precavido y nunca salia sin uno de sus frascos de veneno.

"Me llevo el adhesivo y punto..."

¡Abre la condenada cerradura! ¡Está llegando!

"Y un poco de ácido nunca viene mal..."

La noche cayó y el día del Viernes pasó rápidamente tanto para Singed como para Janna, siendo que ya era la hora de su cita. Ambos se encontraron en el sitio acordado.

"Siento haberte hecho esperar" - dijo científico nada más llegar

"No pasa nada, lo importante es que hayas llegado"

"Supongo... es agradable volver a verte..."

Los dos empezaron a andar por la ciudad de Zaun, la única en donde Singed podía pasear sin ser atacado, insultado o mirado malamente.

Janna tampoco tenía problema, pues era su territorio, pero ciertamente no era el lugar adecuado para una cita.

"Hacía tiempo que no nos veíamos" - le decía la chica mirando hacia otro lado

"Últimamente he estado algo cansado"

"¿Cansado de qué?"

"De la maldita liga, del instituto, de que pase día tras día y cuando te des cuenta han pasado ya semanas" - le dijo algo agobiado

"Singed, solo necesitas pararte a respirar un poco"

"¿Eso era un chiste?"

"Emm... bueno... yo..."

El químico de Zaun sonrió bajo las vendas que ocultaban su boca.

"Dime... ¿tan mayor te sientes?"

"Los años pesan ya a mi espalda..."

"Si te sirve de algo yo soy mucho más mayor"

"Pues en ese caso..."

"¡Singed!" - le llamaba alguien desde detrás suya

"¿Mmmm?"

"Parece que ese tipo te conoce..."

El químico se dio la vuelta y se encontró con Urgot, caminando acompañado de Sona. Las dos parejas más dispares se habían encontrado.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora