Parte 27: ¿Dónde está Pixie?

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Lulu y Veigar se habían topado con un extraño sombrero que les hacía decir todo aquello en lo que pensaban.

Ahora mismo el dúo se encontraban en el jardín, buscando a Pixie el hada. También cabe a mencionar que el jardín no estaba muy bien cuidado.

"¡Pixie! ¡¿Dónde estás?!"

"No grites tan alto, vas a dejarme sordo"

"Pixie no se habría ido si no le hubieras llamado bicho" - le recriminó inflando sus mofletes

"¡Eso ocurrió porque tu me hiciste ponerme ese maldito sombrero!"

"Le llamas bicho todo el tiempo"

"Entonces no sé por qué ha esperado tanto para irse"

"Porque le has herido su corazoncito..."

"Ya... empezaré disculpan... ¡quitándote ese maldito sombrero!"

Lulu ante esa acusación solo pudo agarrar para que no se lo quitara.

"Solo traerá más problemas"

"No quiero quitármelo"

"Da igual... ¿donde estará ese hada?" - se preguntaba Veigar mirando el jardín

"Oye Veigi, ¿por qué tu jardín está tan oscuro?"

"La mayoría de las flores son rosas negras por lo que es normal"

"¿Rosas negras?"

"En verdad así será más fácil de encontrar a ese hada"

"Si, aunque... estoy disfrutando mucho de tu compañía" - dijo Lulu inconscientemente - "Da igual si es por estar buscando a Pixie"

"Te dije que el sombrero te haría decir cosas..."

"No quiero quitármelo porque es de Veigar" - dijo algo sonrojada - "Es algo que Veigar me ha dado"

"Técnicamente me lo robaste..."

Veigar, ya harto de ese sombrero, lo agarró y se lo quitó de la cabeza a la chica.

"¿Qué haces? ¡Devuélvemelo!" - gritaba intentando quitárselo

"Te lo devolveré siempre que no te lo pongas más, ¿de acuerdo?"

"Está bien...."

"Bien, ahora busquemos a ese hada"

Los dos caminaron por todo el jardín, pero siguieron sin encontrar a Pixie, llegado un momento ambos se sentaron en un banco.

Veigar realmente no le importaba mucho ese insoportable ser de los bosques y praderas, pero a Lulu sí.

"No puede andar muy lejos Lulu, la encontraremos..."

"Snif... snif..." - la yordle purpura estaba llorando

"Lulu, tranquilízate, vamos..."

"Pero... pero..."

"Ya aparecerá ese hada..."

"No Veigar... Pixie se ha ido... era mi mejor amiga y ya no está...." - decía con lágrimas en sus ojos

"Lulu, Pixie no te abandonaría... solo está enfadada conmigo... volverá..."

"¿Cómo sabes eso? Siempre le estás llamando bicho, es normal que quiera irse..."

"Si, pero también te llamo niña tonta y no por eso te vas"

"Eso es distinto, ¡Pixie no siente lo mismo que yo siento por ti!" - le gritó Lulu

Segundos después la joven yordle empezó a ponerse colorada e intento ocultar su rostro.

"¡N-no he dicho nada!"

"Ufff..."

"Esto es todo por tu culpa" - le decía Lulu - "Me voy a comer todo tu helado por hacerme decir eso"

"¿Mi culpa? No es mi... espera... ¿helado?... y si..."

"¿Se te ha ocurrido algo?"

"Vayámonos..."

"S-si, ya voy" - respondió algo confundida

Ambos entraron de nuevo en la mansión, recorrieron un par de pasillos y llegaron a la cocina donde se encontraron a Pixie comiéndose un plato de galletas. Realmente no se les ocurrió mirar en otras salas.

"¡Pixie!" - gritó Lulu con algunas lagrimas al verla - "¡Estabas aquí!"

"¿Pixie? ¿Pixie?"

La hechicera corrió para abrazar a su pequeña compañera.

"¡Pixie!" - chillaba el hada

"Normalmente ese hada pasa de lo que le digo, seguramente se fue porque tenía hambre"

"¿No estás enfadada con Veigar?"

"¿Pixie? ¡Pixie!"

"Perdón por las galletas Veigar, ya te haré más"

"No te preocupes, por una vez disfrutadlas vosotras" - dijo al ver la sonrisa de Pixie y Lulu

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora