Parte 101: Viejos conocidos

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Lunes, tras un día en la Grieta del Invocador la mayoría de campeones tomaban algo en la cafetería, incluidos Rammus y Veigar. Quienes tenían mucho que comentar.

La última semana del brujo había sido muy complicada y emocionalmente agotadora para él.

"Este sitio no me gusta" - se quejó el brujo mientras entraba

"¿Por? Es bastante normalillo, no parece que monten peleas"

"Prefiero los sitios oscuros"

"Eres un tipo muy raro"

"La única razón por la que estás aquí y no en una mazmorra es porque nos tocó juntos en el mismo equipo" - le advirtió fríamente

"Vale, ya lo he pillado"

"Tampoco veo muchos campeones... o invocadores... o gente"

"Mejor, así es como un rinconcito más intimo"

Ambos se sentaron en la barra y pidieron un par de zumos de manzana que llegaron rápidamente.

"La última batalla ha estado reñida"

"No todos los días me peleo con Skarner y Lux... son buenos tipos"

"Sean buenos o no, te destrozaron dos veces"

"Si, pero al final las tortugas pueden con los escorpiones"

"No creo que eso sea cierto..." - dijo Veigar mientras tomaba un poco de zumo

"¿Cómo lo sabes? ¿Eres un escorpión?"

"No necesito serlo para saberlo"

En ese momento ambos notaron cómo un hombre gigantesco de piedra se sentaba al lado de ellos.

"Café... por favor..." - pedía mientras miraba fijamente la barra

"Cof cof..."

"Salud, cuidado con el frí..."

En ese momento al coloso le dio por mirar hacia su lado y se sorprendió cuando vio que estaba sentado junto a la extraña pareja.

"Hola Malphite, tiempo sin vernos" - saludó Rammus alegremente

"Hola Rammus... tiempos sin vernos Veigar..."

"Lo mismo digo"

"¿Desde cuándo os conocéis?" - preguntó el armadurillo

"Me tocó contra él en la línea inferior cuando conocí a Lulu"

"¿En serio? Eso suena a historia"

"Prefiero no hablar sobre ese tema..."

Cuando ambos volvieron a mirarlo Malphite había regresado la mirada hacia la barra, se le notaba más pensativo.

"¿Pasa algo Malphite? ¿Quieres un pistacho?"

"No, no quiero pistachos"

"Bueno, me los tendré que comer todos... ¿y la vida?"

"Una mala racha, solo eso" - dijo desanimado

"¿Aun sigues yendo a la linea inferior?"

Al hechicero le parecía raro que un soporte como él tuviera una mala racha.

"La mayor parte de las veces, al menos antes lo hacía"

"¿Antes? ¿Cómo que antes?"

El hombre de piedra se quejó mientras destrozaba unos pistachos apretando sus puños y se los daba a Rammus.

"¿Sabes el motivo?"

"Últimamente hay un invocador que me usa en todas las líneas y no me deja comprar los objetos que necesito... sino unos absurdos que no sirven para nada..."

"Define absurdos" - dijo el armadurillo

"Puñal de Statick... incluso hizo que Singed bajara y me diera una paliza"

"Bueno, él puede ser sorprendentemente fuerte"

"¿Contra una montaña viviente?"

El silencio se hizo durante algunos segundos, lo de Singed en la línea inferior también sonaba raro.

"Solo es una racha, verás cómo seguro te irá mejor" - le dijo el campeón rodante

"¿Y vosotros? ¿Cómo os va?"

"Nada demasiado relevante respecto a mi vida pero..."

"Bien, el otro día Veigar se confesó"

En un solo segundo Rammus tenía las garras de Veigar en lo poco que tenía de cuello... si, tiene un poco de cuello... creo...

"Rammus no quería decir nada...." - dijo en seco antes de levantarse

"¿Ya os vais?"

"No quiero tener que hablar de mi vida amorosa"

"No te quejes, Veigar, al menos ya puedes decir que tienes una vi..."

"¡Te la estás jugando!"

"Bueno... nos veremos por la grieta..."

"Sí, lo siento, pero alguien que nos esta esperando" - dijo despidiéndose con la mano

Ambos se fueron por la puerta, uno de los megáfonos anunció un ultimo combate para Malphite, quien cambió la expresión de su cara por una más decidida.

Esta vez iba a darlo todo por demostrar que aún podía permanecer en este juego.



Nota del Autor: Historia basada en hechos reales, el Singed era yo y le di una paliza, efectivamente era un Malphite que llevaba Puñal de Statick

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora