Las Crónicas de Veigar

Parte 276: Orden de las Sombras

Zed acababa de entrar en aquel templo rodeado de oscuridad, donde solo podía distinguir dos antorchas en la lejanía como fuente de luz.

Sus pensamientos e inseguridades estaban a flor de piel y fue precisamente eso lo que ellas sintieron en él...

"Parece conducir a debajo del templo..."

Ven... ven a nosotros... te vemos...

"Esas voces... vienen de dentro..."

Eso es... acércate...

Frente a él había una gran puerta metálica, parecía guardar algo poderoso detrás de ella y no había cerradura en ella.

"¿Qué habrá dentro?"

Sabes lo que hay dentro... Zed....

El joven abrió la puerta y se encontró con un altar, encima del cual había una caja y un pergamino escrito con sangre a su lado.

"¿Qué demonios es esto?"

Lee...

"¿Mmm?"

Léelo... léelo....

Impulsado por las voces y ese deseo oscuro... agarró esas escrituras y comenzó a leer...

"Aquel que se someta a la voluntad de las sombras, conocerá el verdadero poder..." - se detuvo en seco - "¿El verdadero poder?"

Poder... lo que buscas...

"De verdad... podré... ¿podré vencerle?"

Podrás vencerlo...

"........"

Podrás salvar Jonia...

Delante suya se encontraba su oportunidad, podía mejorar su técnica, ganarse el afecto del Maestro Kusho, derrotar a Shen...

El ninja lo pensó por un momento y luego abrió la caja . Segundos después las antorchas se apagaron y solo quedó oscuridad.

Sabemos lo que buscas... podemos notarlo...

"Dadme el poder... dadme el conocimiento..."

Te lo daré... te daré ese conocimiento...

"¿Me lo darás?" - se extrañó - "No... ¿te la daremos?"

Esas fueron sus últimas palabras antes de ser engullido por las sombras.

Horas después Shen se encontraba en el patio central, entrenando como cada día. Hasta que Zed se presentó delante suya.

"Por fin has vuelto, ¿dónde estabas?"

"........"

"¿Te pasa algo? ¿sigues afectado por lo que dijo padre?"

"He estado... pensando..." - dijo con una voz profunda

"¿Por qué no vamos a..."

"¿Quieres seguir con el entrenamiento?"

"Claro... vale..."

Ambos se colocaron uno frente al otro, luego empezaron a correr, hasta que se produjo el choque.

Shen se mantuvo a la defensiva mientras que Zed atacó más rápido y agresivo de lo normal, tirando al suelo la espada del ninja azul al poco tiempo.

"Arff... arf..."

"¿Qué te ha parecido?" - preguntó sonriendo

"Eso ha sido... muy inten..."

Los dos chicos fueron interrumpidos por la llegada de su padre, que parecía muy enfadado.

"¡Zed! ¿Qué estás haciendo?"

"Acabo de ganarle a Shen en un combate... yo he...."

"¡Estabas usando el poder de las sombras!"

"¿El poder de las sombras?"

"Pe-pero... he conseguido..."

"¡Has corrompido tu alma! ¡¿No lo entiendes?!"

"......."

La vergüenza llenó por completo al joven, que no quería reconocer ese error...

"Fuera de este templo... no vuelvas jamás..."

"Pero... padre..." - le llamó casi llorando

"Yo no soy tu padre"

Aquellas palabras permanecerían en la mente y alma del guerrero, fomentando su ideología.

Zed se marchó del templo, pero aprendió de la experiencia, dominó las artes oscuras y forjó un nuevo ejercito... fue entonces cuando regresó...

"Maestro Kiuren..."

"Saludos, Shen-San"

"Me han dicho que Zed ha regresado..."

"Así es, esta reunido con tu padre"

"Con padre... eso no..."

"No deben de tardar en...." - fue interrumpido por un grito desgarrador

"¡Zed!"

El joven fue lo más rápido posible, pero cuando llego fue a Zed a quien vio salir de la sala y detrás de él se encontraba la cabeza cortada de su padre.

"Zed... ¿qué... qué has hecho?" - preguntó con la voz temblorosa

"Romper el equilibrio" - le dijo fríamente

"¡Era nuestro padre!"

"¡No era mi padre!"

"¡Zed! ¡Tu eras el elegido! ¡El siguiente Ojo del Crepúsculo! ¡El que traería el equilibrio a Jonia! ¡No hundirla en la oscuridad!"

"Shen... te odio... y todo lo que este templo representa..."

Los ninjas pertenecientes a la Orden de las Sombras empezaron a invadir el templo, mientras que él desaparecía.

"Tu eras mi hermano Zed... yo te quería..."

A Shen no le quedó más remedio que desaparecer una luz purpura mientras su enemigo observaba el nacimiento de su orden...