Parte 203: Noche de Terror

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Nuestra historia de hoy empieza en la mansión de Veigar, era de noche y dos personas estaban observando la casa desde el exterior.

Se les notaba sumamente nerviosos, sobretodo cuanto más se acercaban más al a puerta.

"¿Estás seguro de que esa es la casa? Wes..."

"Tiene que serla, es la única por esta zona"

"No sé... aquí no se acercan ni los Noxianos..."

"Pues entonces somos los dos primeros"

"No digas eso..."

Wes tenia el pelo corto y negro, llevaba unos pantalones marrones y camisa. El otro era pelirrojo, con el pelo corto y una camiseta de manga corta.

"Vamos Edgar, tenemos que conseguir ese libro"

"¿No crees que puede ser peligroso?"

"Si no conseguimos ese libro estamos muertos" - le dijo mirándolo a los ojos

"Pero..."

"Estamos... muertos..."

"Pero..."

"¿Es que no sabes qué significa muerto?"

"........"

Ambos fueron a la entrada principal de una forma discreta, luego el pelirrojo sacó un estuche con varias herramientas.

"Date prisa, dicen que este yordle tiene mal humor"

"Eso solo va a hacer que..."

Pero su frase se interrumpió conforme la puerta se abría sola.

"Vaya, has sido rápido... enhorabuena..."

"Yo no he hech..."

"Venga, demonos prisa"

Su compañero entró antes de que terminara su frase. Siendo que ambos se toparon con un recibidor realmente oscuro.

"No puedo ver nada con tanta oscuridad" - dijo Wes

"Tal vez deberías irnos"

"Edgar, si no robamos ese libro...." - le replicó intentando no levantar la voz - "Estamos muer..."

En ese momento una luz se iluminó en el salón, era un brillo que parpadeaba en la oscuridad.

"¿Qué es eso?"

"Wes, no vayas, seguro que es peligroso..."

"Cállate Edgar, será solo un momen..." - antes de terminar la frase la luz se había ido - "Que extraña luz, ha desaparecido como si...."

La cara del chico se puso blanca y sus ojos parecían que iban a salirse de sus cuencas.

"¿Pasa algo? ¿Wes?"

"........"

"¿Wes? Costest..."

La pequeña luz apareció a su lado, ahora iluminando lo que parecía ser la cara de un ser escamoso, con muchísimos dientes afilados y con los ojos perdidos.

"¡Ahhhhh!"- gritó el hombre al ver a esa cosa mirarlo

"Wes, calla, nos van a....."

"Pe... pe... pero..."

Unas pisadas empezaron a escucharse detrás suya.

La pequeña luz que iluminaba se fue de repente, sumergiendoles nuevamente en la oscuridad. Edgar se asomó al pasillo y vio una pequeña figura avanzar.

"¿Qué demonios es eso?" - pensó el individuo

"Shhh... parece..."

El chico volvió a mirar, viendo a una niña con parte de su cara reventada y con una sonrisa.

"¿Eres tu mi mamá?" - le preguntó con una voz ronca

"¡Ahhhhhhh!"

El chico gritó al ver esa cosa, resbalando con algo y cayendo al suelo de golpe.

Estaba sentado sobre un charco de sangre, provocado por su amigo, que ahora estaba a su lado, descuartizado.

"Oh... dios...." - dijo llorando y temblando

"Dios no puede ayudarte"

"No... no..."

Veigar apareció delante suya, con sus ojos brillantes y sujetando su cetro.

"¡Lo-lo siento... por favor.... no....!" - intentó pedirle llorando

"¿Quién te envía?"

"No puedo decirlo... solo quería un libro..." - dijo llorando

"Lo siento, pero... me gusta proteger mis cosas... habla..."

"¡No puedo decirlo! ¡Él me mataría!"

"Entonces no importa lo que te haga... porque hagas lo que hagas ya estas muerto..."

El brujo se fue acercando más y más hacia el chico. Segundos después se escuchó un grito desgarrador.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora