Parte 17: Efectos Secundarios

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Habían pasado ya varias horas desde que Viktor y Rumble se fueron tras los problemas creados por la peligrosa Tenaza de Muerte Ígnea.

Veigar creía que por fin podía descansar, pero aún quedaba Lulu... otro problema que atender...

"Vei-gi... tengo mucho calor..."

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Tienes fiebre, normal que tengas calor" - le dijo sentado al lado suya

"No me gusta la fiebre..."

La joven estaba acostada en la cama del brujo, sin sombrero, tapada con varias mantas y con Pixie a su lado.

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Tranquila Pixie, no es nada..." - decía apenas sin voz

"Tu cuerpo está expulsando la energía oscura que la Tenaza metió dentro"

"Quiero un helado"

"¡¿Estás tonta?! ¡Eso te pondría peor!"

"Peri está fresquito..."

"¡Y la muerte también!"

"Pues juguemos a algo" - siguió exigiendo

"Lulu, estás enferma, tienes que descansar ¡¿o es que no lo entiendes?!"

"Te preocupas demasiado, sé que no quieres resfriarte"

"No, es porque me preocupo por ti.... ¡bruja tonta!"

Lulu se quedó mirando a Veigar desde su cama. Ahora que lo pensaba un poco él no había comido ni ido al baño, se quedó con ella cuidándola desde que enfermó.

"Veigi...."

"No me llames Veigi"

"¿Puedo pedirte algo?"

"No pienso traerte helado..."

"¿Puedes destaparme un poco? Tengo calor..."

A pesar de estar muy harto, el hechicero se acercó un poco y retiró unas cuantas mantas para que pudiera refrescarse un poco. Por precaución le tapó de cintura para abajo.

"¿Te sientes mejor?"

"Si, muchas gracias Veigar" - respondió con una sonrisa

"Voy por tu medicina"

"¡Espera Veigar!"

"¿Qué pasa? No pienso traerte helado"

"Que no es eso... jo..."

"¿Entonces?"

"Por favor no te vayas, quédate aquí conmigo"

La chica no podía creer lo que le estaba pidiendo, ya que era muy egoísta por su parte.

"Ufff... lo que hay que soportar..."

"¿Cómo?"

"Está bien... como quieras...."

El yordle se sentó en la silla y se acomodó para hacerle compañía. El silencio duró bastante tiempo, él la miraba mientras ella cerraba los ojos intentando dormir sin éxito.

"Veigar...."

"¿Qué quieres Lulu?" - preguntó con voz cansada

"Acércate.... por favor..."

"¿Para qué?"

"........"

El mago se acercó a ella y en cuanto agachó su cabeza la yordle le agarró fuertemente del cuello tirándolo hacía abajo de modo que ambos estaban uno encima del otro, mirándose fijamente.

"Veigar.... yo..."

"......."

Lulu estaba completamente roja, no por la fiebre sino por el momento, mientras que el hechicero se limitó a levantarse e irse de la habitación.

"¡Veigar!"

"........"

"¡Veigar! ¡Vuelve por favor!"

Pero Veigar no volvió, ella se quedó mirando la puerta ¿se había ido por su culpa? ¿no debió haberse lanzado? ¿por qué hizo aquella cosa?

Veigar era uno de los pocos amigos que tenía, no uno sino el mejor. Y ella podía ver todo lo que él había hecho por ella aunque no lo reconociera nunca.

"¡Pixie! ¡Pixie!"

"Ya sé que la he pifiado..."

"Pixie, Pixie...."

"Sí, ya sé que Vei..."

Antes de que pudiera mencionarlo,el brujo entró por la puerta con un tazón de sopa.

"Te he traído sopa...."

"Veigar.... ¿por qué has vuelto?"

"Te prometí... que me quedaría contigo..."

"........"

"Deja de mirarme y tómate la sopa..."

Dejando de lado la sopa Lulu solo pudo llorar y darle un abrazo a su amigo, Veigar no gritó ni se retorció, simplemente aceptó el abrazo.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora