Parte 177: Muy necesario

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Veigar se encontraba frente al pilar central de la última sala del templo que había invadido en su última incursión misteriosa.

Delante de él había una especie de anillo, con una calavera en el medio que emitía una luz blanca.

"Este debe de ser el anillo" - dijo el brujo acercándose un poco

Swain dijo que en ese templo no había nada de Zhonyas...

¿Templo? ¿De qué templo estás hablando?

El templo de Zhonyas de las Selvas de la Peste...

Quizás debas ir de todos modos, a mi siempre me decías que ese Zhonyas era un loquillo

El brujo sacó un corriente Anillo de Doran y lo colocó con cuidado en el lugar del otro, más que nada por precaución.

"Al final la idea de Rammus ha sido buena" - dijo algo sorprendido al ver que no pasaba nada

Simplemente se dio la vuelta y empezó a regresar sobre sus pasos, usando de nuevo el hechizo de Zhonyas y evitando tocar los cofres.

"No ha sido tan difícil como decía el libro o Swain, supongo que aquel soldado debió de ser muy tonto"

No tengo nada que perder si quiero encontrar el objeto que busco...

Osea que buscas algo en concreto...

¡No! ¡No he dicho eso! ¡Vete a la mazmorra!

Se quedó un instante mirando el suelo, sumergido en sus pensamientos. Lo ocurrido con Leblanc le había comido la cabeza últimamente, solo podía hacer eso, pensar.

"Es hora de que me vaya, mejor que use el teleportar..."

Un aura azul rodeó al hechicero, haciendo que se desvaneciera hasta desaparecer, reapareció frente a la puerta de su casa, justo cuando estaban saliendo Tristana y Poppy.

"Hola Veigar, si que llegas tarde"

"Si, si hubieras llegado antes hubiera sido muy divertido" - añadió la artillera

"Lo que tu digas....." - dijo sin prestarles atención - "Nos vemos...."

"Su humor no cambia por lo que veo"

"Déjale, seguro que habrá estado peleando con Teemo o algo"

"¿Tu no estabas saliendo con él?"

"Es... complicado..."

El Maestro del Mal se dirigió con cansancio hasta el salón, donde se encontraba la hechicera y su hada.

"Ya estoy aquí Lulu" - saludó antes de sentarse en el sillón

"¿Cómo te ha ido?"

"Bien, encontré lo que estuve buscando"

"¿Y qué era?"

"Algo que me era muy necesario, ¿cómo te ha ido a ti la tarde?" - preguntó evitando responder

"Bien, Tristana y Poppy se pasaron a visitarme"

"Si, eso lo sé, me contaron que habíais hablado de cosas graciosas o yo qué sé..."

En ese momento la yordle se puso algo nerviosa, seguido de un fuerte enrojecimiento.

"¡¿Qué es lo que te han contado?!"

"Nada en especial, ¿por qué lo dices?"

"Po-por nada...."

"Me estás ocultando algo... desvías la mirada..."

Veigar se levantó y avanzó hacia ella, luego se paró delante y le miró con los ojos brillando.

"Lulu... dime de que habéis hablado...." - le dijo con una voz fría

"So-sobre tu sombrero.... el instituto... cosas así...."

"........"

"........"

"De acuerdo..."

El maestro del mal sospechaba un poco, pero estaba algo cansado como para interrogarla.

"Si no era nada importante supongo que no hay problema"

"¿A dónde vas?"

"Estoy cansado, voy a acostarme ya"

"Yo iré dentro de un rato"

Veigar avanzó por el pasillo hasta llegar a su habitación, allí sacó un baúl de debajo de su cama. Dentro se encontraba la Tenaza de Muerte Ígnea y a su lado es donde colocó el Anillo de Zhonyas.

"Uno menos, solo me faltan dos..."

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora