Parte 184: Guardianes

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Veigar se encontraba con Lulu y Xerath en las ruinas de una pirámide de Shurima, donde el mago ascendente estaba haciendo de guía a los yordles.

El Maestro del Mal tenía cierto interés por verlos y aprovecharon ese día para ir a ver los jeroglíficos.

"No consigo encontrar lo que busco...."

"No es por meterte prisa ni nada, pero en estas tierras hay gente a las que no les caigo bien"

"¿Te refieres a Rammus? A el le caes bien" - dijo Lulu

"No, no me refiero a Rammus"

"Que yo sepa, a él si que le caes bien" - añadió Veigar mientras seguía buscando

"¡Rammus no tiene nada que ver en esto!"

"¿En serio? Porque siempre aparece cuando menos te lo..."

En ese momento una enorme sombra tapo la mayor parte del sol que entraba desde el exterior. Efectivamente no era Rammus, sino alguien más alto a quien el Maestro del Mal no reconocía.

"¿Quién es ese?"

"Soy Nasus, guardián de las arenas" - dijo mientras entraba y dejaba entrar la luz de nuevo

"¿Nasus? Ah, cierto, Shurima..."

"¿Que haces aquí Xerath?"

Al guardián no es que le cayese muy bien el mago, de hecho le consideraba la mayor amenaza para Shurima. Cosa que era cierta.

"Una simple visita a la que sigue siendo mi patria"

"Dejó de ser tu hogar cuando nos traicionaste..."

"En aquel entonces ni siquiera te conocía... solo traicioné a Azir, que tampoco es que hiciera mucho por su pueblo..."

"Esa insolencia no puede ser permitida en mi presencia" - dijo acercándose lentamente

"¿Insolencia? ¿Al emperador o a estas tierras baldías?"

"A ambos..."

"¿Seguro que quieres una...."

El ascendido de energía se calló en cuanto percibió un sonido similar en la cercanía.

"........"

"¿Pasa algo Xerath?" - preguntó Lulu algo confusa

"¿Quieres una pelea? De acuerdo..."

"¿De verdad? No eres de los que se prestan a..."

"Tendrás tu gloriosa pelea... pero no seré yo quien combata..."

"¿Cómo dices?"

La pared que había detrás de Nasus se vino abajo y afuera se encontraba un enorme cocodrilo con armadura y una especie de cuchilla entre sus manos.

"¿Renekton? ¿Cuándo ha llegado ese..."

"¿Hermano? ¿Aquí?"

"Grgrr... grgraaaahhhh..."

Si preguntáis cómo pueden un chacal y un cocodrilo ser hermanos... no lo sé... puedo vivir mi vida perfectamente sin saberlo....

No, realmente ambos eran hermanos antes de ascender a seres superiores.

"¡Llegó la hora de ajustar las cuentas!"

"Renekton... espera..."

"¡Grgraaaaahhh!" - respondió lanzándose contra él con su Cortar y Trocear

El carnicero se colocó a su lado y se preparó para atacarle con su arma, lamentablemente falló por la agilidad del chacal.

"¿No querías una pelea?"

"Maldito..."

"Aquí la tienes..." - dijo cargando su Pulso Arcano

El ataque de energía golpeó directamente al guardián, haciéndolo retroceder un poco.

"Como me imaginaba no tenéis modo de salvaros...."

"¿Qué va a hacer?"

"¿Tu qué crees?"

Y Nasus lanzó su Fuego Espiritual, inundando toda la sala con su poder.

"Lulu, salte fuera, esto podría ponerse feo" - le dijo Veigar a la chica

"Vale... pero tened cuidado..."

"¿No ves el cuidado que tienen?"

"¡Graaaaaaaahhh!"

El cocodrilo gruñía y gruñía mientras usaba su Dominius para aumentar su fuerza y tamaño.

"Con que queréis eso...."

"¡Grgraaaahhhh!"

Nasus también empleó su Furia de las Arenas, resultando en la colisión de los dos hermanos. Una batalla de puñetazos, mordiscos y cortes se daba mientras el mago observaba.

"Esta va a ser tu tumba.... Nasus...."

"Xerath... ¿qué vas a..."

"Una tumba eterna..."

En cuestión de segundos unos enormes rayos de energía arcano cayeron sobre la pirámide, destruyéndola y sepultando a los tres.

"¡Xerath! ¿Qué demonios..."

"¡Veigar ten cuidado!"

"Maldición..."

Todo lo que quedaban eran escombros, hasta que una mano se vio emerger de ellos. Era Renekton el que parecía haber sobrevivido.

"¿Xerath? ¿Nasus?" - se preguntó mirando los restos

"Están... bajo los escombros..."

"Grgrrr...."

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora