Parte 195: Super Galáctico

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Rumble había sido asignado por el Instituto de Guerra a vigilar el mantenimiento de la Nave Nodriza 2.0 en el espacio, llevando a los yordles con él.

Ahora mismo Lulu, Veigar y él mismo se encontraban en un pequeño comedor, almorzando y viendo algo en la televisión que tenía la nave.

"¿No es esa serie demasiado antigua?" - preguntó la chica

"¿Por qué lo dices?"

"Bueno, se ve algo..."

"¿Clásica?"

La serie que estaban viendo era antigua, de blanco y negro, con agujeros argumentales más que nada.

"A mi me gusta, seres de otro mundo que te atrapan en capullos y sustituyen por clones vegetales"

"Eres muy raro" - respondió el brujo

"Me lo dice el maestro del mal"

"El maestro del mal tiene mejores gustos seriefilos"

"Si hombre, llevas años viendo reposiciones de una serie de la misma temática"

Ambos estaban en conflicto continuamente, pero no llegaba a haber odio entre ellos.

"¿Cuánto tiempo tienes que seguir aquí?"

"Una semana o así, luego me mandaran de vuelta" - dijo cruzado de brazos

"No sé yo, tenerte aquí es un peligro constante" - dijo el mago pensativo

"¿No seguirás aun enfadado por lo de tu casa?"

Veigar le miró con los ojos inyectados en sangre por recordarle lo ocurrido.

"Tomaré eso como un no"

"Haces bien..."

"Ya... de todos estamos muy tranquilos, ¿no?"

"A Veigar no le gusta decir eso porque...."

Y conforme hablaban la alarma empezó a sonar en toda la nave, algo que a priori no debería ser normal.

"¿Qué es ese ruido?" - pregunto Lulu confusa

"Es solo la alarma de emergencias, alguien habrá rozado la nave"

"¿Rozarla en el espacio?"

"Oh... cierto.... buen punto..." - dijo el yordle azulado antes de salir corriendo hacia los monitores

"¿No será tu compañero?"

"No... él entraría con la clave...."

"¿Y si se ha olvidado de la clave?"

"Podría ser, porque el tipo no es que tenga muy buena memoria"

El sistema de cámaras se encendió y todos vieron una especie de niebla roja fuera de la nave.

"¿Niebla roja? ¿Kalista tiene un nuevo look o algo?"

"No es niebla, es polvo del planeta, algo debe haberla levantado"

"Quizás tu compañero"

"Podría ser, se supone que estaba cer... ca..."

Antes de que pudiera mover la cámara algo parecido a una araña salto sobre ella, destrozándola y rompiendo la conexión.

"¿Arañas? ¿Eso eran arañas?"

"No suelo simpatizar con las arañas..."

"Se parecían mucho a Vilemaw, tal vez sean de la misma especie" - dijo el hechicero con los brazos cruzados

"¡¿Por qué me enviaron sin decirme que había arañas mutantes?!"

Rumble agarró el cuello de la chaqueta de Veigar un tanto histérico.

"¡No lo sabían imbécil! ¡Por eso te han enviado a ti!"

"Eso también tiene cierto sentido..."

"¿Puedes poner otra cámara?" - preguntó la chica, que estaba pendiente del monitor

"Claro.... espera un momento...."

"Tu y tus tonterías de siempre"

"Tío, son arañas del espacio... del... espacio..."

El mecánico cambió de cámara, revelando como varias de esas extrañas arañas estaban intentando entrar por la puerta de la nave.

"¡Están intentando entrar!"

"¡Cálmate! ¡Idiota!"

"Ve-veigar..." - intentaba hablar el mecánico - "No estoy en mi mejor..."

"¡Eres un estúpido! ¡Están invadiendo tu nave! ¡Sal ahí y haz algo!"

"Pe-pero son arañas mutantes... en el maldito espacio..."

"Si no afrontas a esa amenaza, ¿qué pensará ella?" - preguntó el brujo

"¿Ella? ¿Quién?"

"........"

"Oh, sí, lo pillo..."

Rumble corrió hacia la habitación de la derecha y unos segundos después salió dentro de una enorme máquina de combate blanca.

"¿Y cómo demonios llamas a eso?"

"Digamos que es una máquina operativa espacial" - dijo orgulloso

"¿Eres Rumble Operario? ¿No tenias un nombre mejor?"

"Por supuesto que si, Rumble Super Galáctico" - dijo poco antes de marcharse

"Veigar... deberías haberle dado más fuerte..."

"Si.... debería...." - contestó el brujo - "Ese nombre es horrible..."

"No me refería a eso"

"Yo sí, el nombre es realmente horrible"

En la cabina de paso Rumble se expulsó de la nave, cayendo frente a las extrañas criaturas de ese baldío planeta.

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora