Parte 82: Verdugo

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Veigar estaba ordenando sus libros de magia negra, llevaba apartándolo un tiempo debido a que, nuevamente, le había tocado estar en rotatoria.

Últimamente había ciertas dudas que albergaban en su mente, por lo que tampoco había dormido demasiado bien. La repentina intromisión de Lulu no ayudó.

"Veigi, Veigi, Veigi..."

"Lulu, te he dicho que llames antes de entrar... ¡Y no me llames Veigi!"

"Lo sientoooo"

"¿Qué es lo que quieres?" - preguntó tras respirar hondo

"Hay un hombre muy extraño y extravagante que quiere verte"

"¿Un hombre extraño y extravagante? Eso describe a muchas personas..."

"Tiene un bigote raro y dos cucharas enormes"

"Cucharas enormes... ahora voy..."

El mago fue por el pasillo junto con Lulu hasta el recibidor, donde abrió la puerta a la espera de ver quién era su visitante.

Allí delante se encontraba un hombre con músculos, pelo negro, barbilla y que poseía dos enormes hachas, o al menos parecían hachas.

"¿Quién demonios eres tu?"

"¿Cómo puede ser que no conozcas a Draaaven?"

"¿Draven? Ah, claro, ya me acuerdo de ti, el patán de Noxus" - dijo con total tranquilidad

"¡¿Patán de Noxus?! ¡Soy el verdugo de Noxus! ¡Y es Draaaven, no Draven!"

"Por mi como si te llamas Joselito, ¿qué quieres?" - preguntó, algo mosqueado

"Draaaven ha venido a matarte"

Esto lo dijo mientras hacía una pose totalmente ridícula que le quitaba toda la seriedad.

"¿Por qué todos los tíos raros llaman a mi puerta queriendo matarme?"

"Vengo a matarte porque tu mataste a Vladimir y el era un Noxiano, igual que Draaaven" - dijo señalándolo con un hacha

"En primer lugar... esa lógica de matarme porque maté a un Noxiano... es rara..."

"No es rara, es totalmente Draaaven"

"Ya, claro, eso me lleva al segundo punto..."

"Habla todo lo que no vayas a poder hablar cuando estés muerto"

"Si por matar te refieres a escapar de un vampiro asesino que quería meterse dentro de mi y reventarme desde dentro solo porque legalmente obtuve su casa... si"

Realmente aquel fue un día muy completo y bastante peligroso.

"Has confesado ante Draaaven"

"Tus poses son ridículas"

"Las poses de Draaaven son lo más Draaaven que hay"

"Por cierto, ¿te ha dicho Swain que vengas?"

"No, Draaaven ha venido por cuenta propia" - afirmó el noxiano

"Entonces, ¿no te ha enviado nadie?"

"Por última vez, Draaaven ha venido porque ha querido" - respondió con cara de enfado

"Lulu, ¿por qué no vas a preparar algo de té?"

"¡Claro que si, Veigi!"

"¿Tu vas a querer algo de beber?"

"Draaaven tiene por costumbre no beber durante los asesinatos"

"Todo un profesional..."

Veigar se acercó un poco a su oponente, quien estaba totalmente confiado.

"¿Sabe Swain que has venido?"

"No, el señor Jericho no sabe que Draaaven ha venido" - dijo negandolo con un dedo

"Mira, vete a tu casa, ponte a ver lucha libre o lo que sea y déjame en paz" - le advirtió Veigar

"Draaaven no se irá de aquí tan fácilmente"

"Podemos hacerlo por las buenas o por las malas"

"A Draaaven le gusta hacer las cosas siempre por las malas" - dijo sonriendo

"Esta bien, tendremos que pelear a muerte" - dijo el brujo sin ánimos

"¡Eso es lo que Draaaven estaba esperando todo este tiempo!"

"Ya, pero... antes de empezar, ¿podrías dar un par de pasos fuera de la puerta?"

"Claro, Draaaven siempre da ventaja a su oponente" - dijo dando unos pasos hacia atrás

Draven sonrió y empezó a girar sus hachas, o lo que sean, mientras sonreía.

"¿Aquí está bien? Enano"

"Sí, justo ahí enfrente..."

"Vas a comprobar el poder de Draa..."

Sus palabras cesaron cuando un meteorito de Materia Oscura cayó sobre él, dejándolo semi-inconsciente.

"Arrg.... ¿qué ha sido...."

"Este se va a pasar un día en las mazmorras" - susurró Veigar mientras le arrastraba

"¡Veigar! ¡¿Quieres el té con limón?!"

"Limón... lo que hay que oír..."

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora