Capítulo 25: ¿Con qué amigo?

10.9K 446 32
                                    

aitana romero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

aitana romero

Hoy por fin era el partido tan importante que tenían contra el Manchester. Los chicos estaban bastante tranquilos, tenían más que claro todo lo que habían trabajado para que todo hoy saliera bien.

Ya había acabado el penúltimo examen, solo me quedaba uno y faltaba aún una semana, así que me había dado tiempo de ir a los últimos entrenamientos; Por supuesto, los había visto genial, estaban más que preparados.

Me despedí de los chicos y de Gavi con un beso, deseándole suerte aunque sabía que no le hacía falta. Sabía que lo iba a dar todo en el campo, como solía hacer siempre.

Salí del vestuario y empecé a caminar hacia las gradas, donde me esperaba Sira. Martina también estaba de exámenes y ella aún no había acabado, así que no había podido venir a apoyar al que oficialmente era su novio.

Apenas pude dar unos cuantos pasos cuando me choqué contra alguien, provocando que se me cayera el vaso de Coca-Cola que me había pedido Sira que le cogiese.

—Mierda —murmuré tapándome la boca.

Levanté la vista y me encontré con un jugador del Manchester.

—Hostia, lo siento, ha sido sin querer —dijo.

—No te preocupes. Ha sido mi culpa que iba mirando el móvil —negué.

—Que va, ha sido mía que tengo la mente en otro lado. Jugamos ahora —me dijo obvio.

—Nada, es normal —sonreí amable.

—¿Te parece si nos vemos un día y te invito a una? Para compensarte esta —sonrió.

—No te preocupes por eso, ni siquiera era para mi.

—Bueno, hagamos como que sí —insistió.

—Está bien, como quieras entonces —contesté con sencillez. Me pasaba día y noche con los jugadores del barça, y aunque no me quejaba, no me vendría nada mal conocer a más gente.

Asintió con la cabeza y me pidió el móvil para escribirme su usuario de instagram, se lo tendí y no tardó demasiado. Alejandro Garnacho, me sonaba de algo. Seguramente porque los chicos lo habrían nombrado alguna vez en una de sus típicas conversaciones sobre fútbol.

—Estaré por Barcelona estos días así que ya te escribiré.

Asentí con la cabeza.

—Deséame suerte —añadió.

—Voy con el barça, lo siento —contesté alejándome.

Hizo una mueca rara y yo me reí. Nos despedimos con la mano y caminé rápido hasta las gradas. El partido ya había empezado, pero por suerte sólo llevaban un par de minutos y aún no había pasado nada.

—Tía, mi Coca-Cola —se quejó Sira.

—Te juro que la he cogido, pero me he chocado con alguien y se ha derramado —reí.

𝐕𝐄𝐍𝐄𝐍𝐎; pablo gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora