CAPÍTULO 38

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CAPÍTULO 38:
AMY




Desperté un poco agotada debido a mis pensamientos de la noche anterior, con pesadez deslicé mis piernas para poder levantarme y para mi sorpresa Min-seo continuaba durmiendo.

Tomé una ducha y al salir apenas estaba despertado.

—Buenos días, creo que se te pegaron las cobijas —dije para llamar su atención pero solo se quejó por lo bajo.

—Me siento mal... —suspiró sentándose. —pero prometí a Steve ayudarlo con algunos ejercicios para su memoria.

—¿Que sucede?, ¿te duele algo? —su aspecto no era el mejor y se veía muy agotada.

—Solo es la cabeza —se frotó levemente. —se me pasará con una relajante ducha —sonrió levemente para levantarse y dirigirse al baño.

La esperé paciente hasta que salió y fuimos a desayunar con Steve quien se veía un poco perdido.

—Muy bien, esto es perfecto... —mencionó mi amiga mientras tomábamos asiento. —al parecer hoy somos un desastre los tres —rió por lo bajo.

—Eso creo, somos tres desastres caminantes —respondió nuestro compañero con una leve sonrisa.

—¿Que te sucede? —le pregunté.

—Solo agotamiento, hago un gran esfuerzo para retener los últimos recuerdos. Tanto así que no dormí anoche... —me sorprendí. —¿y tu?

—Tambien agotamiento, pero por mucho pensamiento —comencé a desayunar.

—¿El doctor Marcus? —continuó y lo miré.

—¿Que?

—Anoche los vimos pasear bajo la luz de la luna, se veían tan lindos y la escena era digna de romance —respondió Min-seo con una sonrisa y picardía.

—¿Hay algo entre ustedes?  —continuó Steve.

—Si, lo único que hay es una relación de paciente y profesional, por favor no digan esas cosas. Solo lo acompañé porque dijo que sería una caminata de amigos —desvié la mirada.

—Entonces fue quien te invitó —el chico me señaló con la cuchara.

—Si, pero repito... No es nada de lo que creen, para mi no significa nada —bajé la mirada.

—Entonces, ¿porque pensaste mucho anoche? No descansaste bien

—Es cierto, pero no dije que fuera por él... —hice una breve pausa. —hay alguien en mi vida —confesé casi en un murmuro.

—¿Que dijiste? —preguntaron ambos.

—Que ya es hora de irme o llegaré tarde —me levanté rápidamente. —nos vemos al rato.

Me alejé de ellos con un poco de prisa para no ser atacada con preguntas. Ya los había conocido lo suficiente como para saber que podían convertirse en detectives si se lo proponían.

Llegué a la puerta del consultorio para tocar como siempre, olvidando las acusaciones de mis amigos.

Entré luego de la aprobación del otro lado y aparentar estar lo más relajada posible.

—Buenos días —saludé llamando su atención.

—Buenos días Amy, ¿como te sientes hoy? —se levantó para acercarse.

—Estoy bien, como cada día —divagué con la mirada.

—Bien, entonces acompañame —señaló en dirección apuesta.

ENTRE MATICES - SECUELA [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora