ENTRE MATICES - SECUELA [COMPLETA ✔]

CAPÍTULO 69

CAPÍTULO 69

Durante días evité a Jeremy, no del modo en el que me ocultaría sino del modo de mirarlo a los ojos por vergüenza.

—¿Que sucede? —preguntó sentándose a mi lado en un parque.

—Nada —negué con una leve sonrisa desviando la mirada.

—Entonces,  ¿porque me evitas estos días? —no respondí. —Amy... —tomó mi mentón para que lo mirara.

—Solo estoy apenada por aquella noche —respondí aún sin mirarlo.

—¿Porque? No hiciste nada malo, no deberías sentirte así —acarició mi mejilla con suavidad haciendo que cerrara levemente los ojos. —y tampoco lo habría permitido, no de ese modo. Te quiero bien.

Entonces lo miré, recordando lo que dijo esa noche, ¿porqué cambió la frase? En mi interior me molestó, pero no dije nada al respecto.

—Dime algo. —asentí. —¿porque bebiste antes? Dijiste que habías bebido demasiado cuando me fui.

Por un momento no supe que decir.

—Bueno... —me alejé un poco para responder. —me sentí mal, faltaban pocos días para que se realizara el evento anual y prácticamente fui obligada a aceptar. Solo eso, además te fuiste y me sentí decepcionada. Ya no importa. —fruncí el ceño.

—Claro que importa, aunque ya te expliqué la razón, ¿hay algo más?

Hice una mueca para no responder, pero eso hizo que se cruzara de brazos con la evidente intensión de que no nos moveríamos de allí hasta que hablara, y eso era algo que no quería hacer.

—No hay nada más, solo fue un sentimiento de soledad repentino... —entonces lo señalé chasqueando los dedos. —tambien fue cuando esa chica me envió la fotografía, motivos suficientes había. —encogí los hombros.

—Entiendo tu posición en ese momento pero estoy seguro de que hay algo más, además ya te lo expliqué.

—Pero en ese momento no lo sabía, solo era eso, fin de la discusión —desvié la mirada.

—Bien, esperaré a que tu misma lo digas.

Volví a mirarlo extrañada por sus palabras, su expresión reflejaba disgusto por algo qué, según yo no sabía.

—¿Que sabes? —crucé los brazos.

—Tu no lo dices y yo tampoco —imitó mi acción.

—Que infantil eres, Jeremy —fruncí el ceño.

—Aún así soy tu novio. —hizo lo mismo.

—No me imites —me molesté.

—Lo haré hasta que me digas lo que sucedió.

—No sucedió nada, punto

—No sucedió nada, punto —repitió imitando mi voz.

—¡Eres un tonto! —me levanté.

—Eres un tonto —hizo lo mismo.

—Jeremy... —cerré los ojos con paciencia. —ya deja...

Fui interrumpida por unos labios que solo hacían presión y solo cuando me relajé se convirtió en un beso, uno lento y expresivo. Uno que solo él podía dar.

—Solo espero que no bese mejor que yo... —susurró sobre mis labios, separándose levemente.

—¿Como lo sabes? —pregunté en tono bajo, en respuesta sólo encogió los hombros. —nadie besa mejor que tu —sonreí.