ENTRE MATICES - SECUELA [COMPLETA ✔]

CAPÍTULO 66

CAPÍTULO 66

Al día siguiente desperté por el ruido de los ronquidos que sonaban en el lugar y al
notarlo mis tres acompañantes roncaban al compás.

—Esta es la primera y última vez que duermo con ustedes... —murmuré para mi misma mientras me levantaba para tomar una ducha en mi cuarto.

Al salir noté un mensaje de hacia cinco minutos.

Jeremy: buenos dias mi hermosa novia 😍

Yo: Buenos días Jeremy 🤗

Jeremy: que falta de amor 😑

Yo: 😂😂😂... Buenos días mi querido novio, ¿como amaneció el novio más guapo de este mundo? 😙😙

Jeremy: parece que le hablas a un bebé 🙄

Yo: quien te entiende  😑

Jeremy: solo bromeo 😂😂... estoy bien, y tu? Cariño.

Mordí mi labio inferior al leer la última palabra y evitar reírme como tonta enamorada.

Yo: estoy muy bien 😍😍

Jeremy: genial, podemos almorzar juntos ❤

Yo: lo pensaré 😙

Jeremy: estaré esperando tu respuesta 😍. ✔✔

Dejé el móvil intentando disimular mi sonrisa de boba y bajar para encontrarme con el desayuno listo y mi familia en su lugar.

—¿Eres la única despierta? —preguntó mi padre.

—Si, pero ya las despertaré —busqué algo con la mirada hasta encontrarla.

—¿Que harás con eso? —preguntó Ryan.

—Algo que tío Daniel dijo que intentara, porque si no lo hice, fallé como hermana —tomé una espátula.

—No puede ser —se quejó mi madre.

—Suerte —escuché decir a mi padre mientras me retiraba con olla en mano y espátula.

Entré al estudio con sigilo para posicionarme muy cerca de ellas y comenzar a golpear el objeto para que despertaran. Sus expresiones eran una satisfacción luego de sus ronquidos y mi risa era incontenible mientras me alejaba llevando una mano a mi estómago.

—Gracias tío... —agradecí al aire.

Las tres se miraron entre si para tomar las almohadas y mirarme con ellas, sin más opción huí de allí.

—Min-seo, puedes ducharte en mi habitación. La segunda puerta a la derecha —dije del otro lado de la puerta para luego ir al comedor. —que bonito día —tomé asiento.

—Definitivamente lo es, mucho más al ver tus ánimos totalmente renovados —dijo mi padre.

—Así es, aunque no olvido lo de anoche. Que cruel —me quejé.

—¿Que hizo? —preguntó mi madre.

—El automóvil no tenía combustible —lo acusé.

—Tom, ¿porque haces eso? —frunció el ceño. —una vez te hablé del karma, y por eso Jeremy definitivamente será tu yerno

—Cariño, no hice nada... —la miró. —jamás utilizó el automóvil, ¿porqué tendría combustible? Además no sabía que querría utilizarlo o lo habría cargado. —encogió los hombros como si no supiera nada

—Tom... —suspiró con resignación.

—Me pregunto que tan cruel fue mi abuelo contigo... —pensé en voz alta