CAPÍTULO 24

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CAPÍTULO 24:
AMY


Pasaron diez días en los cuales no puse un pie fuera de la casa, solo estaba en mi habitación esperando que Jeremy respondiera pero no lo hizo eso provocó que me envolviera una tristeza que no había conocido hasta el momento.
De mi habitación al estudio para tocar alguna melodía, del estudio al comedor y del comedor a la habitación. Esa era mi rutina que incluso no cruzaba a mis hermanos porque solo salía cuando ellos iban a la universidad en el caso de Eve y Ryan al instituto.

—Aquí estás —escuché a mi madre pero evité mirarla. —Amy...

Al nombrarme colocó sus manos en mis hombros.

—Alexia vendrá en un momento para platicar algo muy importante

No respondí y con lentitud cubrí las teclas de piano para después mirarla.

—¿Me ayudará?

—Muy posiblemente —sonrió. —tambien quiere que estemos presentes así que tu padre también estará.

—Creí que tenía una reunión importante. —bajé la mirada.

—Nada es más importante que la familia y que tú, eres una de sus princesas Amy...

Sonreí por lo último, aquello me hacía regresar a mi niñez pero la borré de inmediato al no recordar sus rostros. Por un momento sentí que me desesperaría pero la mano de mi madre en mi hombro hizo una leve presión para darme apoyo.

—De acuerdo —le sonreí levemente.

La acompañé a la cocina para ayudarla en algunas cosas y así poder distraerme hasta que tocaron la puerta. Mi madre abrió y en cuanto saludó quien estaba detrás reconocí a Alexia.

—Hola Amy, ¿puedo? —abrió levemente los brazos.

—Claro que puedes, en ningún momento dije que no podías —la abracé.

—Solo no quería invadir tu espacio, lo sabes —sonrió al separarse.

Nos sentamos en la sala mientras mi madre tomaba el móvil y dos minutos después llegó mi padre con un poco de prisa.

—Lo siento —se disculpó sentándose a mi lado y así quedarme en medio de ambos.

—Esta bien, quería hablar personalmente con ambos porque lo que diré es muy importante... —hizo una breve pausa. —Amy es mayor pero sé perfectamente la clase de familia que son y el apoyo que se dan mutuamente. Primero comenzaré por disculparme como profesional, por días he pensado mucho y aunque busqué una manera de ayudar. No la encontré —negó.

Sentí la sorpresa en mis padres e incluso en mi.

—Sé que dije que encontraría un modo. Lo siento. —se dirigió a mí y por un momento mis esperanzas cayeron a los más profundo. —no creo tener la capacidad para hacerlo pero si he encontrado algo que pueda ayudarla y mucho.

—¿De que hablas? —preguntó mi padre con calma.

—Hablo de un centro de entrenamiento cognitivo que se especializa en ayudar a muchas personas con diferentes problemas cognitivos. —les mostró unos  folletos.

—Pero está en otro país —dijo mi madre leyendo.

—Lo está, por eso necesitaba decírselo a ambos para que tomen una decisión. Lo importante es ayudar a Amy en todo lo que se pueda y que no tema al mundo —me miró. —lamento haberte decepcionado

—No lo hiciste, me ayudaste y mucho... —respondí haciendo que los tres me miraran. —fui yo quien dejó que la sitúacion me sobrepasara, no pude controlarla. Por eso, no te disculpes tía Alexia y que la doctora James tampoco lo haga.

ENTRE MATICES - SECUELA [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora