CAPÍTULO 33

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CAPÍTULO 33


Una semana fue suficiente para despedir a mi madre, para ella fue muy doloroso parecía que me iría al otro lado del mundo por 10 años pero solo serían un par de meses.

Me coloqué los audífonos para escuchar algunas de las partituras que tanto amaba tocar mientras  observaba con más detenimiento la habitación qué la sentía un poco más grande de lo habitual.

—No comiences con pensamientos raros... —me regañé a mi misma moviendo la cabeza de manera brusca para disipar cualquier cosa.

Cerré dos segundos los ojos para disfrutar un poco más de la maravillosa melodía mientras simulaba tocar las teclas en el aire, estaba tan sumida en mi misma. Tan sumida en mi pequeño mundo que literalmente salté cuando alguien tocó mi hombro de un modo insistente.

—Pero que demonios... —suspiré con una mano en el pecho para luego observar a la causante y así quitarme los audifonos.

—Hola, lamento haberte asustado —sonrió un poco avergonzada.

—¿Hola? —dudé un poco frunciendo el ceño. —¿nos conocemos?

—No, soy Min-seo y seré tu compañera de habitación —extendió su mano.

Un poco dudosa me acerqué para tomarla y poder presentarme como debía.

—Hola, soy Amy... —la miré un momento.

—Es un gusto, espero poder llevarnos bien —dejó una maleta y salió unos segundos para adentrar el resto de sus cosas.

—¿Dijiste que te llamas Min-seo? —pregunté un poco curiosa mientras ella acomodaba su ropa.

—Así es... —la vi sonreír.

—¿De donde eres? Tu rostro es un poco diferente a los que habitualmente veo, o eso creo —volví a sentarme en mi cama para prestarle atención.

—Lo sé, creo que soy asiática —suspiró mirándome.

—¿Eso crees?

—Si, o eso dicen. La verdad no recuerdo absolutamente nada y no lo sé con exactitud...

Al parecer tenía un problema de memoria, obviamente tenía pérdida de ella pero aún era muy pronto como para hacer esa pregunta directamente.

—Muy bien, seguramente nos llevemos muy bien o muy mal. Lo bueno es que dependerá de nosotras —agregué para qué el ambiente fuese más amigable.

—Eso espero aunque por el centro corren rumores sobre ti... —tomó su cabello para acomodarlo.

—¿Que clases de rumores? —me interesé un poco.

—Dicen que eres una niña rara que estuvo con su madre más de lo debido —rió divertida —es mentira, nadie dice nada pero todos sabemos que tu madre acaba de irse.

—Veo que eres bromista —sonreí un poco incomoda.

—Lo soy, y también estoy hace mucho tiempo aquí. Por eso me enviaron a ser tu compañera de habitación, ¿quieres dar un paseo? —se dirigió a la puerta.

Sin pensarlo mucho la seguí, después de todo era lo que quería. Quería tener más contacto con mis semejantes y poder hacer amigos.
Caminamos por el extenso pasillo, en silencio qué no era incómodo solo silencio.

—Conoces todo el lugar, ¿cierto? —intenté entablar una conversación.

—Claramente —asintió. —¿tu? —se detuvo para mirarme.

—Si, he recorrido todo el lugar pero no lo vi con mucho detenimiento —bostecé un poco agotada.

—Entonces vayamos a dar otro paseo y puedes conocer más personas —continuó caminando.

ENTRE MATICES - SECUELA [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora