CAPÍTULO 53

53 13 10
                                    

CAPÍTULO 53



Al día siguiente me preparaba para salir con Jeremy sin ningún problema.

—Tienes el permiso de la doctora Morgan, pero ¿que hay de Marcus? —preguntó mi amiga sentada en su cama.

—No necesito su permiso a menos que vaya a ver a otro especialista, lo sabes... —la miré.

—A lo que me refiero es a la tensión que hay entre ustedes desde hace días, ¿crees que no lo notamos? Además de lo que me contaste que sucedió anoche

—No hay tensión, no hay nada. Él no debe involucrarse en mi vida personal, sólo soy su paciente y punto —intenté no molestarme.

—Es suficiente para saber que no me contaste algo, pero está bien —suspiró. —recuerda que no debes regresar tarde y cuidate

—Lo sé, y estaré bien, Jeremy jamás me haría daño —sonreí dirigiéndome a la puerta.

Caminé con tranquilidad por el pasillo hasta pasar por uno de los jardines donde me detuve al encontrar a Marcus de frente.

—¿Vas a algún lado? —me preguntó con la mirada fija en mi.

—Saldré un momento

—Usualmente sales con Min-seo y Steve, ¿donde están? O, ¿con quién saldrás?

—No saldré con ellos, iré con mi amigo al que conoció anoche.

—Ya veo, que te vaya bien —desvió la mirada para retirarse. 

Suspiré con un poco de pesadez para continuar con mi camino. Llegué a la entrada y allí estaba esperándome con las manos en los bolsillos simulando patear alguna piedrita.

—Disculpe, ¿busca a alguien? —llamé su atención.

—Si... —sonrió. —a una chica muy hermosa y risueña

—No sé de quien habla, iré a preguntar —señalé el camino por el que había llegado.

—Amy —se quejó. —se que es difícil pero también lo es para mi —me abrazó por la espalda.

—Sabes que no me gusta este tipo de abrazo —me quejé.

—Sabía que no podías olvidarte de mi atractivo rostro tan rápido —rió cerca de mi oído.

—Tonto —me separé para mirarlo y pellizcar sus mejillas. —vamos

Caminamos con tranquilidad por algunas calles mientras algunas personas me saludaban amablemente.

—Ahora entiendo porque lo hacen, eres prácticamente una estrella —tomó mi mano.

—No, no lo soy. Solo son amables, además no los reconozco —negué.

—Y eso claramente te incomoda.

—¿Tu que crees? —soné irónica sin intención.

—Cuentame como sucedió... —llegamos al puente donde a una distancia había un pequeño parque donde nos sentamos lado a lado.

—Podría decir “no lo sé ” y no decir nada pero la verdad... —hice una breve pausa. —comencé con algunos síntomas antes de que te fueras, y luego sucedieron muchas cosas.

—Estoy aquí y para ti, como siempre. Solo cuentame como siempre lo hiciste, ¿porque siento que temes decírmelo? —me tomó del mentón para que lo mirara.

—No es temor, solo que pasé cosas difíciles... —besó levemente mis labios.

—Te escucho.

Entonces asentí para acomodarme en mi lugar y comenzar.

ENTRE MATICES - SECUELA [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora