CAPÍTULO 55

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CAPÍTULO 55



Desperté con dificultad, mis ojos ardían un poco, mi garganta estaba seca y mi cabeza parecía que explotaría en cualquier momento. Mi único reflejo fue tomar la almohada y cubrirme el rostro.

—Bienvenida al mundo luego de una noche de alcohol, y al parecer estas experimentado tu primera resaca. —escuché decir a una voz femenina.

—Min-seo, ¿eres tú? —me descubrí para mirarla con gran esfuerzo por la pesadez que sentía en los párpados.

—Claro que soy yo... —se sentó en mi cama. —¿como te sientes?

—Horriblemente mal, mi cabeza duele como si me hubiese dado contra un muro cientos de veces y mi estomago... —me cubrí los labios para correr al baño y devolver mucha bebida.

Estuve varios minutos allí tirando absolutamente todo mientras mi dolor de cabeza empeoraba con cada esfuerzo.

—Dime, ¿en que pensabas para beber de ese modo? —preguntó mi amiga en cuanto salí.

No respondí, solo le hice una seña para que guardara silencio por mi dolor.

—Te lo explicaré luego —susurré mientras me metía nuevamente en la cama. —ahora solo quiero dormir un poco más, por favor.

—Está bien, hablaremos luego. Ahora saldré, si despiertas y necesitas algo, no dudes en llamarme.

—Descuida —respondí con los ojos cerrados.

Escuché la puerta cerrarse y no pasó mucho cuando quedé totalmente dormida.
La próxima vez que desperté el dolor de cabeza había cesado un poco pero no lo suficiente para que saliera de la habitación, solo tomé una ducha y me recosté de nuevo para que calmara de una vez.

—Estas despierta —dijo enterando con algunas cosas.

—¿Fuiste de compras? —pregunté sin ánimos.

—Si, pero es para ti... —sacó algo con cuidado. —es sopa para tu malestar, come y te sentirás mejor.

—Te lo agradezco, pero no tengo apetito —me negué.

—En esta habitación soy la mayor y debes obedecerme, y no olvides que dijiste que seríamos como hermanas así que es doble razón para obedecer —me señaló.

Hice un mueca dudosa ante la comida.

—¿Me obligarás a hacerlo?

Volví a mirarla sin comprender.

—Te daré como a un bebé... —tomó el cubierto y reí.

—Está bien, puedo hacerlo yo misma —comencé a comer ante su mirada. —¿controlarás que  termine todo? —sonreí.

—No, solo intento entender porque bebiste de ese modo. Anoche no quise insistir por tu estado pero ahora estas bien.

—Depende a qué podemos llamar “bien” —suspiré terminando mi comida.

La miré para contarle todo lo sucedido tanto con Jeremy como con Marcus mientras se sorprendía exageradamente.

—¿Que Jeremy hizo qué? —se levantó. —y que Marcus, ¿qué? —caminó de un lado al otro en la habitación.

—Eso hizo qué hiciera aquello, solo quería matar la pena de algún modo y beber era la opción pero juro que no lo volveré a hacer...

—Pudiste venir hablar conmigo, ¿porque? —frunció el ceño.

—Lo sé, pero no lo pensé y tampoco sabía como explicarlo en el momento. Lo siento.

—Nos preocupamos mucho al ver que no regresabas y fuimos a buscarte, no lo vuelvas hacer. Recuerda que nos tienes a nosotros.

ENTRE MATICES - SECUELA [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora