Capítulo 17

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- Al Otro Día -

Desperté al día siguiente, me levanté de la cama.

Miré todo el lugar y fui al balcón, no se podía salir ya que estaba cerrado, no con lleve, con hierros.

- Maldito..-_ dije y fui al baño.

Me retiré las lentillas y me eché mucha agua en la cara.

Tocaron la puerta de la habitación, tomé una toalla y fui a abrir.

Al abrir vi a Orlando allí con dos hombres más.

- Buenos días señora..-_ dijo él.

- Buenos días..-_ dije yo. - ¿Dónde está mi equipaje?..-_ le pregunté.

- Esas maletas..-_

- Cierto..-_ dije yo. - Por cierto, qué se supone que voy a usar?..-_ le pregunté.

- Iremos con usted y le compraremos ropa..-_ dijo.

- Esperen aquí..-_ les dije.

Entré a la habitación, me arreglé la ropa, me coloqué los zapatos.

Fui al baño, me coloqué las lentillas y peiné mi cabello.

Salí de allí y fui con ellos.

...

Fuimos a una tienda y compré algo sencillo y cómodo.

También compré maquillaje y un vestido para la noche de hoy.

...

Me dejaron en el hotel.

Dejé las bolsas a un lado y me metí al baño.

Al salir me coloqué la ropa que había comprado.

Iba a salir de la habitación cuando ví a dos hombres en la puerta, no esperaba que alguien me estuviera vigilando afuera.

Sonreí y les pregunté.

- ¿Algunos de ustedes sabe pedir servicio a la habitación?..-_ ellos solo se miraron entre sí y me ignoraron.

Cerré la puerta y fui a la cama.

...

Había pasado absolutamente todo el día en la habitación, pedí servicio a la habitación.

Pensaba en mis niñas, de seguro me deben de extrañar, o pensando que me ha pasado lo peor.

Una lágrima rodó por mi mejilla y recordé cuando Adriana y Abigail me llamaron mamá por primera vez.

Sin ni siquiera yo pedirlo, conocí el sentimiento de ser madre gracias a esas niñas que no lleve en mi vientre, pero las amo tanto como si yo hubiera sido la que las trajo al mundo.

Pensaba también en David, Liam.

- Ay Dios mío..-_ dije peinando mi cabello hacía atrás.

Me pare de la cama, fui al baño y me miré en el espejo.

Ni siquiera yo me reconocía frente a aquel espejo.

Me tiré sobre el piso llorando de rabia e impotencia, será que nunca me irá bien en la vida?.

- Más tarde -

Desperté por un toque en la puerta.

Me levanté y fuí a abrir, allí estaba Orlando.

- Disculpe que la despierte señora, pero para avisarle que tenemos una reunión media hora antes de ir al encuentro con los japoneses..-_

- Nadie me habló de eso..-_ le dije.

VENDIDA A UN MILLONARIO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora