Bienvenidos al mundo de Seventeen.
Disfruta de las cortas historias que te traigo de cada integrante, porque todas merecemos soñar con ellos 🖤.
✨Actualizaciones constantes✨
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Algo que verdaderamente no me gustaba, era hacer ejercicio. Nunca había acostumbrado a mi cuerpo a una rutina o a practicar algún deporte, pero este año me había propuesto a ser saludable y visitar de vez en cuando el gimnasio.
Hoy sería mi primer día tratando de ser una persona responsable de su propia salud, aunque la verdad es que no sabía por donde empezar, así que ahora me encontraba frente al espejo mirando lo patética que me veía sin saber que hacer.
Observé a mi alrededor, tratando de ver que aparato dentro del gimnasio podría usar, pero a quien engañaba. Ni siquiera sabía prender la caminadora.
—¿Es tu primer día? —escuché a mi lado y lo miré apenada, apretando los labios —, no te avergüences. Todos empezamos por ahí.
—Creo que esto no es lo mío —susurré sintiéndome incómoda.
—No, tranquila —interrumpió —, si me lo permites, puedo orientarte este día. ¿En qué te quieres enfocar?
—¿Enfocar?
—Ganar masa muscular, fortalecer músculos, perder peso...
—No entendí ninguna palabra —le confesé divertida y él rio junto a mi, dejándome ver su bonita sonrisa y sus dientes blancos.
—Está bien. Armemos un plan primero —sugirió pidiéndome que lo siguiera hasta llegar a una de las esquinas del gran gimnasio —. Sube, veremos tu peso.
Con vergüenza me subí a la báscula y él espero a que arrojara el número en kilogramos.
—No soy un profesional de la salud, pero tu altura va de acuerdo a tu peso. Así que podemos armar una rutina en donde ganes fuerza y puedas tonificar tu cuerpo.
Tuve que seguirle la corriente al no entender todavía a lo que se refería y solo pude asentir, sacándole otra carcajada.
—Si gustas, tengo un grupo de amigos que estarán encantados en ayudarte. Venimos seguido al gimnasio y puedes unirte.
—¿En serio?
—¡Claro que si! —respondió alegre —, te los presentaré.
Caminé detrás de él hacia el centro del gimnasio, donde había varias personas moviendo su cuerpo en forma de estiramiento y cuando vieron al muchacho frente a mí, exclamaron emocionados.