WonWoo.

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Canción recomendada:

🎵 Jueves — La Oreja de Van Gogh🎵

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El mundo de la medicina humana es complicada, demasiadas enfermedades por aprenderse y ser entendidas por las mentes de los doctores, muchos fármacos y diversas posibilidades de diagnósticos

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El mundo de la medicina humana es complicada, demasiadas enfermedades por aprenderse y ser entendidas por las mentes de los doctores, muchos fármacos y diversas posibilidades de diagnósticos.

Incluso la enfermedad más sencilla puede causar grandes estragos, tanto al paciente como al doctor tratante.

Este fue el caso de lo que parecía ser un simple resfriado para Juliana que, después de varios días con signos de escurrimiento y congestión nasal, decidió ir al doctor para un tratamiento más específico para curar sus malestares.

Así que Juliana esperaba pacientemente en la sala del consultorio del doctor que le habían recomendado. Pasó su mirada por las paredes pintadas sencillamente y con unos cuadros abstractos que le llamaban la atención e intentó darles un sentido artístico a aquellos rayones llenos de colores.

—Adelante, señorita... —informó una de las enfermeras, señalando el pasillo.

Ella se puso de pie y sorbió su nariz al mismo tiempo detrás de la mascarilla que llevaba, dejándole saber a todos los demás sobre su constipación nasal.

La enfermera anotó el peso que marcó la báscula, junto con las medidas de su presión arterial, en la computadora donde Juliana supuso que era su expediente.

—Puede pasar con el doctor Jeon —le avisó señalando la puerta al fondo antes de regresar a la recepción.

Juliana observó el pasillo e intentó aclarar su voz cuando un episodio de tos la invadió y tapó su boca con un pañuelo desechable sobre el cubrebocas que llevaba para evitar que una pizca de lo que sea que estaba en su cuerpo, saliera para contaminar a su alrededor.

Una vez que terminó de toser, y de limpiarse la nariz, se dirigió a la puerta y con su puño golpeó suavemente para pedir permiso de manera educada.

—Adelante —escuchó una voz grave dentro del cuarto.

Empujó la puerta para encontrarse con un consultorio bastante sencillo y que era iluminado por la gran ventana detrás del escritorio del doctor.

—Buenos días —saludó Juliana en coreano con una reverencia frente al doctor.

El doctor se colocó de pie y señaló la silla frente a su escritorio, así que Juliana tomó asiento cuando sintió que le faltaba aire.

—¿Señorita Juli...an....a? —preguntó el doctor con precaución al notar que era un nombre fuera de lo común y pudo notar que su paciente era alguien extranjera al ver los ojos grandes sobre el cubre bocas.

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