Bienvenidos al mundo de Seventeen.
Disfruta de las cortas historias que te traigo de cada integrante, porque todas merecemos soñar con ellos 🖤.
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Fairy Love.
El reino Carat pasaba uno de los momentos más difíciles de la historia, según los altos funcionarios. Habían dado el comunicado de un ataque de los ogros que nos había dejado con los mínimos guerreros y todas las familias estaban aterrorizadas, vivían con el miedo de que, en cualquier momento, también vendrían por ellos.
—Tranquilos —exclamó mi padre, el Rey Gan —, yo me aseguraré de traer seguridad a este reino. No dejaré que nada les pase.
Lo miré sin creerle ninguna de las palabras que salían de sus labios. Jamás lo haría y de eso estaba segura, solo buscaba comprar a la gente con falsas historias sobre la maldad que reinaba en el bosque de los ogros.
—Sé una buena niña y ve a acompañar al príncipe SeokMin —me dijo a mí con una sonrisa cínica —, espera tu presencia con emoción.
Sonreí forzadamente y asentí sin poder desobedecer las órdenes del Rey Gan, una vez que me alejé de él, la sonrisa se borró dejando un rostro lleno de molestia y enfado al no poder controlar mi vida por ser la primogénita del rey.
A lo lejos, en el jardín del gran castillo, me encontré con el príncipe SeokMin, quien me esperaba con una gran emoción y sujetó su espada colgada en su cintura. Hizo una reverencia y por puro protocolo, la imité con amabilidad.
—Mi princesa, ¿cómo se encuentra el día de hoy? —preguntó educadamente cuando regresó a su posición.
—Estoy bien, príncipe Min —respondí sintiendo el enojo en mí disminuir.
El príncipe SeokMin era hijo del Rey Min, líder de un pueblo cercano. Había mandado a sus mejores guerreros y junto a ellos, a su último hijo en forma de una alianza con nuestro pueblo. Ninguno de los dos estábamos de acuerdo con ese arreglo entre nuestros padres, sentimos la presión de una sociedad que quiere ver un matrimonio que comenzará una nueva historia del reinado.
—¿Estás lista para ir a buscar ogros? —preguntó levantando sus cejas rápidamente y yo tapé sus labios con mi mano, mirándolo con seriedad.
—Baja la voz —busqué a nuestro alrededor si había alguien cerca y cuando me cerciore que éramos los únicos, lo dejé libre —, nadie puede saber esto príncipe SeokMin, si nos descubren no dudarán en matarnos.
Y por matarnos, me refería a nuestros propios familiares dentro de la realeza.
Nosotros buscábamos una respuesta a las peleas que habían últimamente a las afueras del palacio. Los guerreros del reino contra los ogros. Ellos al ser más fuertes y poseer habilidades mágicas, ganaban cualquier enfrentamiento, dejando miles de muertes, pero eso no me hacía sentido a mí, ni al príncipe SeokMin.
