Bienvenidos al mundo de Seventeen.
Disfruta de las cortas historias que te traigo de cada integrante, porque todas merecemos soñar con ellos 🖤.
✨Actualizaciones constantes✨
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☕️ Te cuide cuando estás enferma ☕️
Vernon.
La pantalla de mi celular vibró notificándome una videollamada entrante de Vernon. Con dificultad tomé el teléfono y pasé el dedo sobre él para responder, dejándome ver su rostro libre de maquillaje y algunas cuantas imperfecciones que me encantaban en sus mejillas.
—¿Cómo te sientes? —preguntó acercándose al celular para que pudiera escucharlo.
—Un poco mejor —mentí, sintiendo mi cuerpo doler debido a las fiebres altas que tuve durante el día.
—Mentirosa, tus mejillas está rojas —destacó sonriendo de lado —, solo quería saber como estabas. Es un poco tarde...
—¿Siguen ensayando? —miré detrás de él, en el espejo, que los chicos estaban tratando de meterse en la llamada.
—Tuvimos un pequeño descanso —respondió aun con una mirada de preocupación —, iré a verte cuando terminemos.
—Hansol —pronuncié con voz ronca —, ve a casa a dormir, será mas tarde cuando terminen. Además, no puedes enfermarte.
—Pero...
—No, no quiero contagiarte —le dije y él frunció sus labios —, se acerca su comeback. Las fans han esperado mucho para verte.
—¿Segura no quieres ir al hospital? —preguntó cambiando de tema. Negué con la cabeza y sorbí mi nariz.
—Solo es un resfriado, estaré bien —aseguré para mantenerlo tranquilo —, estaré mejor por la mañana. Iré a comprar algo a la farmacia para sentirme mejor.
—Está bien... te dejaré descansar entonces, son casi las doce de la noche —avisó. Asentí y decidí mirarlo unos cuantos segundos, apreciando su belleza.
Nos despedimos con la promesa de que, cuando me sintiera mejor, nos podríamos ver. Lo extrañaba mucho, pero no podía enfermarse ahora que estaban a punto de sacar un nuevo álbum, no se lo permitiría.
Caí en un profundo sueño, dejándome recuperar un poco de fuerzas después de los terribles dolores de cabeza por los que tuve que pasar. Cuando desperté, me sentí mejor. Por lo menos el malestar del cuerpo había disminuido, pero la congestión nasal seguía ahí y no me permitía respirar correctamente, provocando que tuviera que respirar por la boca generándome un dolor de garganta también.
