CAPITULO 79

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—______, no te acomplejes por tu vientre. A mí me parece... bonito.

Los grandes ojos azules de la embarazada se pusieron brillantes a causa de las lágrimas. Harry no podía sentir la alfombrilla bajo sus pies. ¡Jesús! Al menos él podía verse los pies.

—Cariño, tu vientre es hermoso. De verdad. De hecho, ahora que podía observar su tamaño, se daba cuenta de que también era extraordinario. Ella parecía estar a punto de estallar. Bajo la mano que tenía sobre el ombligo, una línea de vello negro descendía hacia la pelvis.

—______...

El se acercó aún más. Con manos repentinamente trémulas, le secó las lágrimas que corrían por sus mejillas, deseando de todo corazón saber qué decirle. No se podía negar el hecho de que estaba deforme y desproporcionada. Pero esto no lograba apagar su deseo. Por el contrario, lo aumentaba, si es que esto era posible. Su esposa llevaba un bebé en el vientre. Para él, aquello era un milagro inconmensurable. Si le daba una oportunidad, él besaría reverencialmente hasta el último centímetro de su cuerpo. Pero no sabía cómo convencerla de ello.

Harry pensó que quizá estuviese haciendo las cosas mal. ______ no era estúpida. Sabía que su figura femenina se había deformado temporalmente, y las palabras bonitas no lograrían convencerla de lo contrario. Podría ser más provechoso que tratara la situación como un asunto insignificante y le tomara el pelo para sacarle una sonrisa. Si él pareciese tomarse su embarazo con calma, quizá ella también lograse relajarse al respecto.

Se inclinó para darle un beso en la de la nariz y esbozó una suave sonrisa.

—Acabo de darme cuenta de que hay algo que se interpone entre nosotros.

Ella abrió los ojos con alarma. Luego parpadeó, derramando más lágrimas sobre sus pestañas. Casi sin que Harry se diera cuenta, ______ le puso una mano en el centro del pecho y lo empujó con sorprendente fuerza. Desprevenido, se tambaleó. La muchacha, sin dejar de rodear su vientre con un brazo, se lanzó a coger su camisón. Harry la agarró de la muñeca justo antes de que recuperara la prenda.

—No hagas eso, mi amor —le dijo, obligándola a enderezarse—. Por favor.

Intentó soltarse de un tirón. Cuidando de no hacerle daño, Harry la sujetó con firmeza.

—______... Te estás portando como una tonta. Como si yo nunca hubiera visto a una mujer embarazada desnuda. —Esta era una de las mentiras más grandes que había dicho en su vida—. Y, aunque no me creas, pienso que estás preciosa. ¡De verdad!

Los labios de ______ empezaron a temblar. Un instante después, el espasmo se extendió a su pequeña barbilla. Harry estuvo a punto de dejar escapar un gruñido. Soltándole la muñeca, le cogió la cara entre sus manos y emprendió la tarea de besarla para hacer desaparecer las lágrimas. En medio de los besos, dio un paso hacia atrás para que ella pudiera leerle los labios.

—Lo siento, cariño. ¿Me perdonas? No quise herir tus sentimientos. Creo que estás muy guapa. Te lo juro.

Ella quiso liberar su rostro de las manos de Harry.

—No estoy guapa. Fea. Estoy fea.

—¿Fea? No, cariño. Las mujeres embarazadas son... especiales. —Harry estuvo a punto de hacer una mueca tras decir estas palabras. ¿Especiales? Un verdadero genio con las palabras, eso era él—. Para mí, verte en ese estado es...

—¡No has visto mi ombligo!

Harry recorrió el arco de sus cejas con los labios. Y luego se echó hacia atrás.

—Estoy seguro de que tu ombligo es precioso.

—Sobresale.

—¿Qué?

The ______ Song (Harry Styles) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora