Necesitaba pensar las cosas detenidamente antes de tomar una decisión, no porque le importara particularmente salvaguardar la relación que tenía con sus suegros, sino porque la felicidad de ______podía estar pendiente de un hilo. Si, como Maddy sospechaba, la chica podía sentir afecto, entonces seguramente quería a sus padres, lo mereciesen o no. Por su bien, Harry no quería provocar un distanciamiento, al menos sin una buena razón.
Sin duda confundiendo el silencio de Harry con un cambio de actitud, Edie recobró la compostura ligeramente. Con un tono de voz más tranquilo y moderado, volvió a hablar.
—Sé lo muy engañoso que puede ser el comportamiento de ______, señor Styles. De vez en cuando puede hacer gala de cierto grado de lo que podría parecer una inteligencia normal, pero enseguida experimenta una regresión. Créame. Aunque odio usar esta palabra, mi hija es una Oops. Nada en el mundo podrá cambiar eso.
Tan agotado que no podría describirlo con palabras, Harry suspiró y volvió a frotarse la cara con una mano. Casi no había pegado ojo la noche anterior. ______... con su dulce rostro y sus perplejos ojos azules. No podía quitársela de la cabeza. Quizás Maddy y él estuviesen aferrándose desesperadamente a una falsa esperanza. Pero tenía que cerciorarse de eso, ¡maldición!
—Lo siento. —Trató de escaparse por la tangente—. Creo que no debí venir aquí. Os he alterado a los dos y, si tenéis razón, lo he hecho sin motivo alguno. Es sólo que yo... —Se encogió de hombros—. Anoche... al verla... tuve la seguridad de que había alguna esperanza.
Miró a Edie a los ojos y pudo ver su dolor, y supo que ella creía de todo corazón que su hija había heredado la locura de su familia. ¿Sería posible que fuera tal su certeza al respecto, y que tuviera tanto miedo de que su esposo se divorciase de ella, que no quisiera ver ninguna otra posibilidad?
—No hay ninguna esperanza —dijo ella con voz trémula—. Bien sabe Dios que quisiera que la hubiese. Por el bien de ______, tiene usted que sacarse todas esas dudas de la cabeza.
Por el bien de ______. Harry se mordió la lengua para no decir nada que luego pudiera lamentar.
—En los últimos tres años, su condición ha empezado a deteriorarse —señaló Edie—. Tanto es así que agredió físicamente a su cuidadora. Si permitimos que siga teniendo ese tipo de comportamientos, será necesario internarla en un hospital psiquiátrico, señor Styles. Sé que usted vino aquí esta mañana con las mejores intenciones y que no es una mala persona. Pero debe usted confiar totalmente en mí. Yo no ideé por placer todas esas reglas que ______debe seguir. Lo hice para salvaguardar su futuro. Por esta razón, debe usted hacérselas cumplir, tal y como prometió que lo haría. De lo contrario, no habrá quien la controle, y todos mis años de trabajo habrán sido en vano. No quiero que mi hijita termine en un manicomio.
—Yo tampoco quiero eso. Créame, por favor. —Desde luego que le creemos —intervino James. Harry se puso de pie.
—Siento mucho haberos importunado de esta manera.
—Tonterías —lo reprendió Edie—.______ es nuestra hija, y la amamos.
Aquella palabra de nuevo. Amor. Harry habría querido preguntar a aquellas personas si entendían su significado.
James se levantó y abrazó a su esposa.
—Así es. Me alegra que hayas venido a vernos para hablar de las inquietudes que tenías. No habríamos esperado que fuese de otra manera.
Mientras Harry se despedía de los Trimble y se marchaba de su casa, miles de preguntas le daban vueltas en la cabeza, y ninguna de ellas se podía responder de una manera sencilla. ¿Estaban los padres de ______ tan absortos en sus propios asuntos que no podían ver los de ______?