Entre María y yo se estableció una especie de acuerdo tácito. El tiempo que estuviera en casa lo dedicaría a estudiar en su cuarto porque era más fresco, o algo así le dijo a mi madre. En su cuarto no había recuerdos dolorosos. Encontré en ella un apoyo que nadie más podía darme.
Ese lunes para ir al instituto busqué algo mono en el armario y me puse una crema de mi madre, de las efecto buena cara, de las de no preguntes el precio que es mejor. A esas alturas todos habían visto las fotos, las de los otros y las que puse yo. Así que nadie me hizo preguntas y, aunque no tenía muchas ganas, me hice unos selfies en la puerta del instituto con mis amigos. La etiqueta la puso Claudia "A por la EvAU".
En eso me concentré los días siguientes y si algún pensamiento se cruzaba por mi cabeza lo espantaba, qué iba a hacer si no. A última hora me apunté también al curso intensivo de una academia. Mi madre me lo ofreció y aunque al principio lo había rechazado en ese momento me pareció bien. Me dediqué a estudiar como si no hubiera un mañana hasta que me olvidé de todo lo demás. Con el tiempo entendí que cada cual busca la forma de evadirse de los problemas y esa era la mía. De la selectividad pude contar poco porque el calor, los nervios y la presión pudieron con todos o con casi todos. Hubo hasta desmayos, Lola incluida. A Pablo lo esquivé lo mejor que pude, tampoco parecía que él tuviese ganas de verme, así que todos contentos.
Unos días después de los exámenes me acerqué con Ángela a la autoescuela. En la puerta había mucha gente reunida, porque había sido día de examen teórico y estaban esperando para conocer los resultados. Fran estaba allí, había ido a recoger la documentación que necesitaba porque se había examinado hacía una semana.
Ninguna de las cosas que habían pasado en el último curso había hecho que mi opinión sobre él mejorase mucho. Durante un tiempo había pensado que podíamos llevarnos bien y siendo optimistas amigos. Sabía que su extraña forma de ser nunca me gustaría y había llegado a un punto en el que no me dolía todo lo que decía, casi era capaz de entender que sus bromas nunca me harían gracia, pero tampoco me hacían daño, ya no. Yo estaba en un lugar en el que ya nada podía tocarme o eso pensaba yo.
—Hola, Fran —le dije sonriendo y era una sonrisa sincera. Me sorprendió notar que no estaba enfadada con él, casi me daba pena después de todas las molestias que se había tomado para montar el numerito del baile. No lo veía desde la fiesta de fin de curso y eso parecía ahora media vida.
—Hola, Lucía. Esplendor en la hierba. —Yo me había sentado a rellenar los formularios en uno de los banquitos de piedra que había delante de la autoescuela, en un pequeño jardín con césped.
—¿Tú has visto esa película? Yo la odio —solté sin darle tiempo a contestar. La había visto hacía pocos días en un canal de esos que Miguel tenía contratados—. Es horrible. —Y entonces caí en la cuenta, Natalie Wood se volvía loca de verdad, de psiquiátrico, después de ver a su novio el chico guapo del instituto liándose con otra. Esto prácticamente era un cliché, pasaba en muchos libros. Nadie debería ver algo así en los días de su vida y el estómago se me encogió un poco. Entonces me pregunté si ocurría también en la vida real, la respuesta desgraciadamente era sí. La gente no se volvía loca ya no, era demasiado melodramático para la actualidad, pero lo que las novelas no decían era que algo así no se te olvidará nunca.
—¿Una película? No, no me suena.
—También es un poema de Wordsworth, aunque no creo que te lo hayas leído. —Y eso que estaba pegado en el corcho de la biblioteca. Me puse de pie para no sentirme pequeña.
—No, que va. No lo decía por eso. —Se rio moviendo la cabeza como si fuera muy gracioso.
—Tú sabrás. —No comprendí hasta un rato después que quizás fuera un cumplido, tampoco lo podía asegurar.
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Deep Blue ©
RomanceLucía desea que el verano antes de empezar el último año de instituto le sirva para decidir que estudiar y comenzar a planificar su participación en el blog literario que organiza su profesora. Sin embargo su padre decide acoger durante el curso a...