🫦Capítulo 5🫦

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ÁNGELA

Lo miro antes de soltar una carcajada, él me mira con el ceño fruncido sin comprender mi actitud.

Cuando dejé de reírme, lo miré. — "Crees que dejaré que me use como señuelo para atrapar a mi padre"

—"No te estoy preguntando". — Su cara se endureció.

—"Mátame, porque jamás te entregaré a mi padre". — ¿Qué diablo se creía para usarme a mí como trampa contra mi padre? Sé que no era bueno, pero no por eso iba a entregarlo así por así a uno de sus enemigos.

—"Lo haría sin pensarlo, pero tengo una regla: no mato mujeres" — Me sorprendió, no me esperaba que tuviera esa regla, joder, incluso yo siendo mujer no la tenía.

—"Entonces, ¿por qué estoy atada a una maldita silla?"

—"Dicen los rumores que él se acerca a ti, no se despega vivo. No quería que cuando despertara empezara a matar a todos mis hombres"

—"No me diga que le tienes miedo a una mujer".

Él inclina su cuerpo hacia mí. —"No. Pero necesito ser precavido".

«Vamos, piensa» en algún truco que mi padre me enseñó.—"Puede por favor soltarme". — Cambié el tono de mi voz a uno débil. —"No soporto estar atada".

Él me mira de arriba abajo, averiguando si estoy actuando o no.

«Demonio, necesito ser más creíble»Me inclino como pueda, colocando mi cara en su oído. —"Por favor, me duele la muñeca, te juro que no haré nada pero suéltame". — Lo escuché maldecir.

—"Te soltaré, pero si haces algo no seré tan bueno contigo".

Me despego de él con una sonrisa gentil, pero por dentro estaba feliz, estaba a punto de hacer lo que le estaba pidiendo.

Cuando me soltó, tomé mi muñeca que estaba roja. Él se colocó de nuevo frente a mí, esta vez me tendió una mano.—"Vamos".

Lo miro. —"¿Para dónde?".

—"No piensa quedarte en un sótano, ¿verdad?"

Tomó la mano que me ofreció; cuando me sacó del sótano, empezamos a caminar por un pasillo. Miré en busca de una cámara o alguna señal para mi escape.

Se detuvo cuando llegamos a una habitación. Abrió la puerta dejándome pasar, entre era una habitación muy linda.

—"Te quedará aquí hasta que decida qué haré contigo".— habla entrando a la habitación. Por favor, como si le hiciera caso, no pienso hacerlo.

Él se acercó hasta estar frente a mí. — "Regresaré más tarde, y uno de mis chicos te traerá ropa. No creo que sea cómoda pasar todo el día con ese vestido". — Su mirada baja por mi cuerpo.

—"Ni loca usaré esa ropa, preferiría pasar el día desnuda que usar algo que no lo elegí yo". — Por Dios, ahorita trae un trapo viejo; jamás me pondría algo así.

—"No sería capaz".

Le dedico una sonrisa malvada. —"¿Quiere ver?"

Un Romance Mafioso © {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora