Un Romance Mafioso © {1}

🫦Capítulo 32🫦

ÁNGELA

Corrí a buscar una bata para ponérmela, miré a Connor y estaba acostado en la cama como si nadie hubiera llamado a la puerta.

—"Sal de mi habitación".

—"No".

—"Maldición".— Empecé a ponerme la bata cuando el sonido de la puerta volvió.

—"Ángela me está preocupando". — Volví a escuchar a mi padre.

Me acerqué a Connor. —"Por favor, vete". — Él se levantó de la cama. Empezó a cambiarse.

Cuando terminé de cambiarme empecé a caminar hacia la puerta pero él me detuvo. —"Te espero mañana en el gran café Dr. Jivago". — Ese es un restaurante en Moscú, cerca de mi casa.

—"No voy a verte a ningún lado".

Pero las manos de Connor se colocaron alrededor de mi cuello, apretándome fuerte mientras caminaba para pegarme contra la pared.

—"Vas a ir, me escucha". — No sé qué le pasó pero se despegó de mí rápidamente. —"Maldición te lastimaste".

Miré y vi que mi herida de mi pecho estaba llena de sangre, al parecer algunos puntos se soltaron con todo el movimiento en la cama.

—"Joder, preciosa".— Colocó su mano en mi bata, quitándola despacio. El hombre que me estaba sujetando con su mano al punto de matarme ahora era delicado mientras veía mi herida.

—"Connor, por favor"

—"No me iré mientras esté sangrando, me quedaré y no me importa si tu padre entra por esa puta puerta"

—"Si te vas prometo ir mañana a verte pero por favor vete yo me encargo de mi padre".

Me miró y se pasó una mano por el cabello, al parecer estaba luchando con qué decisión tomar, si irse o quedarse.

—"Bien, pero si no aparece mañana no te gustará lo que haré". — Claro que no iba a ir.

Lo empujé hacia la ventana y, cuando lo miré subirse al muro, corrí hacia la puerta.

—"Por qué tardaste tanto"

—"Me lastimé mientras dormía, estaba intentando cerrar los puntos que se abrieron". — Agradecí por eso, era algo que usé a mi favor.

Mi padre vio mi herida y miró la sangre. — "Espera, aquí mandaré a buscar al médico".

Respiré cuando se alejó de mi habitación para mandar a llamar al médico de la casa. Miré hacia la ventana sin creer lo que había hecho.

«Me acosté con Connor, me acosté con el jodido enemigo».