🫦Capítulo 55🫦

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CONNOR

Estaba ahí disparando a mis hombres. Me estaban disparando a mí sin importar nada.   

—"Sr. Tynes, tenemos que retirarnos, hemos perdido mucho hombre".  

Miro a Max. —"Nadie se mueve de aquí hasta que vea a Walter muerto".  

—"Sr. Connor, tenemos que hacerlo, los hombres que dejamos vigilando acaban de informarme que militares vienen de camino hacia acá".

Maldición sabía que Waster debió de mandarlo a llamar. El cabrón tenía mucho poder en Moscú; controlaba a todo. Yo tenía el mismo poder, pero no en Moscú.  

Tenía poder en Samara; en Moscú no era nadie; la única familia que era importante eran los Crane.  

—"Bien". — Me giré hacia mis hombres. —"Retirada ahora". — Sabía que eso me hacía parecer un puto cobarde, pero podía parecerlo; no iba a dejar que mi hombre muriera por una guerra que se iba a poner peor si los malditos militares llegaban. No tenía suficiente hombre para pelear con ello.

Comenzamos a cubrirnos para salir del área de los Crane e ir directo hacia nuestro auto.    

ÁNGELA  

Mire cómo Connor se retiraba. Era inteligente; mi padre mandó a llamar a sus amigos militares. Debió saberlo; fue inteligente de su parte irse si se quedaba. Era hombre muerto.  

Pero en el momento en que empezó a irse caminé hacia él; el enojo todavía estaba ahí peor que antes.

Mi padre me detuvo.—"Para donde vas".  

—"A matarlo, voy a matar a ese cabrón".  

—"Tranquila; su muerte llegará, pero ahora tenemos que irnos".  

Entramos a la casa; todos los hombres de mi padre estaban todos alertas.  

—"No iremos a nuestra nueva casa".—La próxima casa era una alejada casi saliendo de Moscú; era la más segura; nadie iba a creer que una mafia iba a abandonar su lugar seguro, por eso la hacía más segura.  

—"Tendremos mucho cuidado, no quiero que el accidente de hoy se repita". — Me sentía culpable; casi muere todo por mi culpa, por llevar un jodido aparato en mi cuerpo. —"Vaya a recoger todo; no iremos ahora mismo".  

Los hombres empezaron a correr para empezar a recoger todo. Mi padre se giró hacia mí. — "Vamos, cariño, tenemos que esperar a los militares; ellos no acompañarán a la nueva casa".  

—"No iré a la nueva casa".—Él me mira sin comprender mis palabras. No iba a poner a nadie en peligro sin antes sacarme el jodido aparato y no me importaba perder una parte de mí, que princesa de la maría rusa era, si no podía proteger a mi gente.

—"Necesito un tiempo a sola".  

—"Ángela, los Tynes siguen en Moscú; tiene que ir a la casa de seguridad".  

—"Iré más tarde, pero ahora necesito un tiempo a solas".   Empecé a caminar hacia la salida.

— "¡Ángela vuelve aquí; no puede irte cuando la cosa está en peligro!". — Grita, pero no hice caso y salí a fuera.  

Agarré uno de los carros de mi padre y empecé a conducir. No sabía dónde iba a ir, pero necesitaba sentirme libre.  

Conduje aproximadamente por una hora, sin destino. Mis ojos se llenaron de lágrima; rápidamente me la limpié. No iba a llorar, pero el dolor de que me traicionó por una estupida venganza seguía en mi cabeza.  

Por mi culpa murieron muchos de mi gente. Y todo era mi culpa, por acostarme con el enemigo, por no sacarme el puto aparato. Por irme cuando sabía que algo estaba planeando, pero ¿cómo iba a saber que era eso?  

«Soy una tonta»

Un Romance Mafioso © {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora