Un Romance Mafioso © {1}

🫦Capítulo 27🫦

CONNOR

Tenía una estúpida sonrisa en la cara, mis celos por fin trajeron algo bueno. Salí de Samara en la madrugada, sabía que ella iba a ir a su casa a verlo.

Pero para saber la ubicación de donde quedaba la casa, tenía que esperar a que ella llegara para ver su ubicación. No fue difícil entrar, todos estaban en duelo como para prestar atención.

Cuando escuché a Ángela decir que iba al baño, la seguí. Me llené de celos cuando vi que subió a la habitación de él. — Cerré la puerta, necesitaba reclamarla como mía.

Pero maldición no me esperaba, que dejara sacar lo peor de mí, iba por fin a tenerla y ese estúpido tuvo que interrumpir. Pero esta misma noche iba a hacer mía, aunque tendría que entrar a la casa del mismo enemigo.

Cuando salí de la casa de los López esperé afuera hasta que Ángela llegara a su casa. Sabía la ubicación de mi enemigo y estaba pensando, solo es tenerla, no importaba nada más.

Cuando se fue a su casa empecé a conducir para llegar rápido. El GPS me indicaba que ella dormía en una de las habitaciones de arriba, solo tenía que esperar a ver cuál demonio de toda era.

Llegué y la casa de los Crane parecía la puta mansión del presidente, demasiada vigilancia. — «Vamos, piensa»

Empecé a cubrirme mientras subía sin hacer ni un ruido el muro para alcanzar su habitación. Cuando subí al balcón, el GPS me indicó que esa era su habitación.

Abrí la persiana y entré a su habitación. Si estaba loco, claro que lo estaba. Si esta mujer grita por ayuda, soy hombre muerto.

Coloque una mano en su boca para que no grita cuando se despertara. Abrió los ojos y me miró sin creer que la historia se estaba repitiendo.

—"Volvimos a vernos y yo no me voy de aquí sin hacerte mía".

Retiré la mano de su boca cuando su respiración se tranquilizó.

—"Solo fingí para que me dejara ir, no que fuera verdad".

—"Entonces, cuando estaba entre tu pierna también fingiste".

—"Connor, ¿cómo demonio sabe la ubicación de la casa de mi padre?" — Me enojaba que preguntara otra cosa sin atreverse a contestar mi pregunta.

—"Respóndeme y luego te digo todo lo que quieras saber". — Era obvio que no se lo iba a decir, parecía un puto psicópata.

—"No fingí, de acuerdo, cada cosa fue real".

Una sonrisa apareció en mi cara y me senté en la cama junto a ella.

— "Entonces déjame hacerte mía, déjame tenerte aunque sea una jodida vez"