Un Romance Mafioso © {1}

🫦Capítulo 37🫦

ÁNGELA

Ya no voy a decir lo que está mal o lo que está bien, pero esto no está nada bien.

—"Por favor, suéltame".

—"Dije que no".

Mire alrededor del restaurante; mucho estaban viendo todavía. Si una foto o un video se filtrara, sería una traidora a los ojos de mi gente y muchas mafias que están en contra de los Tynes.

—"Sabe que no pueden vernos, está loco".

—"Te suelto si promete que esta noche volverá a estar en mis brazos".

Sus palabras viajaron hacia mi centro. Prácticamente mi vagina gritaba que sí, pero mi cabeza que no.

—"Sí, pero si no me suelta ahora, no".

Sus manos se despegaron de mi cintura y salí de su regazo. Cuando estuve de pies me giré hacia él.

—"Crees que ganaste, nadie se mete con una Crane y queda impune".

Y antes de esperar su respuesta salí del restaurante.

Cuando llegaba al carro, uno de los secuaces de mi padre me detuvo. —"Srta. Crane, que le ocurrió".

Lo mire sin comprender, pero luego mire al espejo y una marca roja estaba alrededor de mi cuello. Era la marca de los brazos de Connor. Ese hombre está completamente loco.

—"Alergia, comí algo que al parecer me puso así".

—"Quieres que la llevemos al hospital".

—"No hace falta, cualquier cosa el doctor de la casa me revisará".

Me abrió la puerta del carro; mis ojos se dirigieron al restaurante para ver a Connor saliendo. Sus ojos se toparon con los míos y vi claro su mensaje de que esto no termina aquí, y claro que no iba a terminar aquí.

Porque esta noche le tenía una sorpresa.

—"Srta. Crane". Escuché al secuaz.

Me subí al carro y él cerró la puerta. Cuando llegue a la casa, fui directo a mi habitación.

Busque un vestido de los mejores que tenía; prácticamente era un pedazo de tela que solo cubría lo necesario.

Cuando oscureció le informé a mi padre que iba a salir a una discoteca, como siempre me mandó con dos de sus hombres.

Salí directo hacia una discoteca. Cuando llegue, me senté en una de las salas VIP con mis secuaces en otro mueble, pero cerca, por si era necesario algo.

Luego de algunos tragos fui a la pista de baile. Un chico bastante guapo se me acercó.

—"Podría bailar contigo".

—"Claro que sí".

Me pegué de su cuerpo, sentí una extraña sensación en mi cuello, miré hacia atrás y me topé con dos ojos verdes, fulminándome con la mirada.

«Connor al fin llega»

Agarre la mano del chico y la coloque en mi trasero, acercando mi cuerpo más a él.

Me incliné hacia su oído. —¿Qué te parece si vamos a otros sitios más solos? Me gusta, te gusta. Entonces que dice".