Un Romance Mafioso © {1}

🫦Capítulo 16🫦

CONNOR

Cuando el padre de ella se fue gracias a Dios, tuve que hacerme pasar por un puto doctor para poder pasar a verla. Tuve que mirarla mientras dormía hasta que me acerqué a ella porque necesitaba escuchar su voz.

Así que coloque una mano en su boca. Su respiración se aceleró.—"Tranquila, calma tu respiración".

Cuando quite su mano de su boca luego de decirle que no hiciera ningún ruido.La habitación estaba oscura, solo la iluminaba la luz que se reflejaba por la ventana. Cuando entre apague la luz.

—"¿Qué diablo haces aquí?".—Escuchar su voz me tranquilizó.

—"No lo sé, maldición, solo necesitaba ver con mis ojos que estaba bien"— No pensaba decirle que estaba aquí desde que la trajeron, que no me he movido de este hospital. Ella no necesitaba saber eso.

—"Sal de la habitación o voy a gritar".

—"Inténtalo y te aseguro que todo el que entre por esa puerta es hombre muerto".

—"¿Quieres venir a secuestrarme de nuevo o a confirmar que no estoy muerto?"

—"Quizá un poco de la primera".

—"Si fuera tú no lo haría, no quieres que termine matando a todos tus hombres". — Sin duda esta mujer era tal cual dicen los rumores. «Era el diablo en un jodido cuerpo de ángel» «La jodida princesa de Rusia»

—"Quizá esta vez te deje amarrada y sin dejar que nadie entre". — Mate al hombre que dejé a cargo de ella, él se defendió diciendo que ella lo sedujo, pero eso solo hizo que me enojara más.

—"No sería capaz de eso, dijiste que nunca le haría daño a una mujer".

—"Quieres apostar".

—"Quizá sí, aunque la parte de estar amarrada a una silla no, mejor agrégala amarrada a tu cama". Sabía que estaba usando sus trucos de seducción, lo conozco bien, pero nunca lo había usado conmigo. Igual que cuando estaba amarrada, uso su truco de víctima, pero tengo una puta debilidad con ella, que sea truco o no caigo como tonto.

—"Si lo pide tan amablemente como podría negarme".

—"En serio, Sr. Tynes, ¿a qué viniste?".

Me acerqué a ella, incliné mi cabeza hacia abajo hasta estar a centímetros de su boca.—"Vine a esto".

Choqué mis labios con los de ella, sentí cómo se sorprendió. Pero luego respondió al beso; sin duda todo de esta mujer era perfecto, ella era la perfección.

Profundicé el beso entrando mi lengua dentro de su boca, sus labios se sentían jodidamente bien, su sabor era mejor de lo que me había imaginado hace un año.

Ella mordió mis labios tan fuerte que maldecí cuando me despegué de ella.

—"Qué diablo haces, estás loco".

—"Quizá un poco".

—"Sal de mi habitación".

—"No".

—"¡Ayuda!"— gritó.

—"¡Maldición!"— dije colocando una mano en su boca. —"Te dije que si gritaba iba a ver de lo que era capaz y tu castigo será ser secuestrada por mí otra vez"