🫦Capítulo 84🫦

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CONNOR

Estaba ahí, mirando a Ángela apuntar la cabeza de Donato con la pistola mientras hablaba con él.

—"Pero voy a disfrutar matarte".— Ella quitó la pistola de su cabeza y la colocó en su estómago.—"¿No has escuchado que la muerte más dolorosa y lenta es la de un tiro en el estómago?".— Sobó su pistola.—"Vamos a contar hasta tres y comprobarlo: uno".— Ni siquiera terminó de pronunciar el "uno" cuando el disparo se escuchó en la habitación.

Ella levantó la pistola y la puso frente a Donato, quien estaba rojo por el dolor, pero miré a Ángela y ella lo estaba mirando con la sonrisa más sexy del mundo.

Como si eso fuera lo más satisfactorio que ella había hecho, volvió a colocar su pistola en Donato, pero esta vez estaba apuntando a su pene.

—"Un hombre que mata a un niño que ni siquiera ha visto el mundo no merece llamarse hombre".

Otro disparo se escuchó, seguido de un quejido; le había disparado en el pene a Donato y ni siquiera le temblaba la mano. Estaba ahí, viendo por fin en acción a mi mujer.

No creía que pudiera ser más hermosa, pero ahora, aquí, por fin mostrando su demonio, sin duda callaba esa duda en mi cabeza. Era el diablo en un cuerpo de ángel, no un demonio; ella era el mismo diablo.

«Pero era mi diabla»

Donato empezó a vomitar sangre por la boca y Ángela se levantó de su silla. —"Maldición, estás dañando el oxígeno con tu asquerosa sangre".— Echó la silla a un lado y se colocó frente a Donato.—"¿Por qué no te mueres de una vez por todas?".

No podía decir cuándo dispararon; se escucharon porque Ángela le había vaciado el cargador entero de la pistola al cuerpo de Donato, tiro tras tiro, y ella disparaba con la misma sonrisa en su cara.

Bajó su pistola y se acercó a Donato.—"Eso es por mi bebé, porque nadie se mete con una Crane, mucho menos con un Tynes".

Cuando mencionó mi apellido, mi corazón se aceleró y ella se giró hacia mí.—"¿No piensas darme un beso?".

Me acerqué y la tomé de la cintura y la besé; ella se despegó de mí luego de unos minutos.

—"Entonces, ¿mi padre y tú?"

—"Sí".

—"¿Se puede saber la razón?"

—"Tú eres la razón". —Tomé su cara en mi mano. —"Por ti perdoné a tu padre y por ti perdonaría a todo el mundo".

Un Romance Mafioso © {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora