🫦Capítulo 36🫦

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ÁNGELA

Miro a Connor quien tiene sus manos alrededor de mis senos mientras acaba de decirme que el microchip que me instaló estaba en uno de mis senos y que si me lo sacaba tenía que quitarme una gran parte de mi carne. Eso quería decir que había una posibilidad de quitarme un seno.

—"Maldito cabrón, me la vas a pagar". Agarre sus manos y la quite de mis senos. —"Te juro que me la vas a pagar".

—"Y cómo me hará pagar". — Levantó su dedo y lo colocó sobre mis labios. —"Con una mamada con esa hermosa boca que tienes".

—"Quita tu asquerosa mano de mí". — Le di un manotazo a su mano, haciendo que se despegara de mi boca. — "No quiero tu asquerosa mano en ninguna parte de mi cuerpo".

Se acercó más a mí. —"Eso no era lo que decía cuando estaba entre tu pierna, cuando estaba dentro de ti, cuando el grito más hermoso salió de esos jodidos labios". — Este hombre sin duda era un completo imbecil, pero más imbecil era yo porque sus palabras empezaban a tener efecto sobre mí.

—"Crees que ganaste porque sabes todo lo que hago". — Le sonreí con malicia; si él instaló ese microchip en mi cuerpo, iba a sacarle provecho. —"Fue muy mala jugada de tu parte, por qué sería muy feo escuchar cómo gimó cuando me esté follando otro".

Su cara cambió de repente, entonces en un segundo su mano estaba en mi cuello y sin previo aviso me tiró sobre la mesa del restaurante.

—"Tú te atreves a intentar follar a otro y yo me encargaré de matarlo".

Intente quitar sus manos de mi cuello, pero él apretó más haciendo que prácticamente no pudiera respirar; mi corazón empezó a latir rápido por la falta de oxígeno.

Pero Connor no me soltaba; era como si un demonio le nublara sus razones; entonces abrió mis piernas colocándose en medio.

—"Eres mía Ángela, solo mía".— Y diciendo sus palabras bajo su cabeza para que sus labios tuviera rozando con los míos. —"Mía y de nadie más". — Me dio un beso y luego se inclinó hacia mi oído. — "Y el único pene que estará en tu vagina será el mío".

Mi visión prácticamente se estaba volviendo borrosa; él debió contar los segundos porque justamente cuando estaba empezando a cerrar los ojos despegó su brazo de mi cuello; mi rodilla se doblaron; iba a caer al suelo, pero su mano rodeó mi cintura haciendo que cayera contra su pecho.

Empecé a toser como loca, respirando para llenar mis pulmones de aire; sentí a Connor cargarme antes de sentarse en la silla, colocándome en su regazo como antes.

—"Tranquila preciosa".— Sus manos subieron para quitarme el cabello de la cara; luego inclinó su frente hacia la mía. Mire sus ojos, y estaban oscuros de odio; era como si fuera otra persona.

Cuando me tranquilice, despegue mi frente de él y lo fulmine con la mirada. —"Maldito casi me mata".

—"No te iba a matar, solo ibas a quedar inconsciente, pero quité mis manos justo antes". — Claro, que sabía eso, son cosas que debes aprender para defenderte.

Intenté pararme, pero él apretó sus manos en mi cintura. —"¡Suéltame!".

—"¡No!".

—"Maldito cabrón, no sabe cuánto te odio".

—"Qué hermoso, ódiame; porque cuando te folle te gustará más".

Un Romance Mafioso © {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora