Un Romance Mafioso © {1}

🫦Capítulo 23🫦

ÁNGELA

Al día siguiente, era más del mediodía, mi herida tenía un buen aspecto y pronto me quitarían los puntos.

Me puse en bikini y bajé hacia la sala para ir al área de la piscina.

—"Dile a Sofía que me llegue un licuado de fresa a la piscina". — Le informo a uno de los hombres.

Caminé hacia la piscina con mi teléfono en la mano lista para pasar el día tomando el sol y bañándome.

Cuando mi licuado llegó, tomé un poco y fui hacia la piscina, me tiré en ella y empecé a nadar.

—"Ángela".— Escuché a mi padre gritar y me giré hacia él.

—"¿Qué pasa?".

—"Sal de la piscina, tengo noticia que darte".— cuando mi padre decía esas palabras sabía que no era noticia buena.

Salí de la piscina y me acerqué a él. —"Dime".

—"Tu amigo Cristian apareció muerto esta mañana".

—"¿Qué? Muerto como diablo si hace dos noches está festejando su cumpleaños.

—"Su cuerpo apareció en la calle de Kurumoch". —Kurumoch es una ciudad cerca de Samara. ¿Qué diablo hacía Cristian en Kurumoch?

—"Se sabe quién fue el culpable".

—"No, pero su padre me llamó para avisarme que están trayendo su cuerpo hacia acá".

—"Me voy a cambiar, necesito estar presente". — La familia de Cristian era muy cercana a mi padre y para mí era la única familia a la que le teníamos confianza.

Cuando me cambien, me puse un vestido negro e iba caminando hacia la salida cuando Axel me detuvo.

—"El Sr. Crane me ordenó acompañarla".

—"Vámonos".

Cuando llegamos a la casa del padre de Cristian, mientras su madre Sofía estaba sentada en el mueble llorando, me acerqué rápidamente a ella.

—"Lo siento mucho".— dije abrazándola.

—"¿Quién fue capaz de matar a mi hijo?" — dice entre lágrimas.

—"Vamos a descubrirlo, te lo juro".

Pasé todo el día en la casa de Bruno, el padre de Cristian, hasta que por fin lo trajeron.

Una caja en medio de la habitación me acercó a él y vi su rostro; tenía su cara deformada; al parecer, le dieron golpe antes de darle un disparo en la frente.

Quería mucho a Cristian, joder, me acuerdo de que en la noche de su cumpleaños me declaró su amor, yo le di un beso de regalo, lo quería como un hermano, nunca lo hubiera visto con otros ojos, pero él merecía que hiciera la excepción.

La sala estaba rodeada de personas, me disculpé para ir al baño, conocía la casa bien.

Cuando empecé a caminar, Axel se levantó.—"No hace falta, Axel, solo voy al baño de regreso de una vez".

Subí al baño de la habitación de Cristian, donde tantas veces me había quedado ver películas con él. Incluso llegó a dormir muchas veces en su casa.

Entré directo al baño, lo recuerdo, hicieron que mis ojos me ardieran con lágrima. Respiré profundo, porque llorar era para los débiles.

Salí del baño lista para salir de la habitación, pero cuando entré a la habitación, una figura estaba parada en la puerta. Miré hacia arriba y me topé con unos ojos verdes llenos de odio.

—"¿Connor?".